sábado, 22 de febrero de 2020

LUZ, CAMARA Y... BESO: CAPITULO 17






Pedro fue a la zona donde se había instalado un improvisado servicio de catering. Paula estaba sirviéndose un café.


—¿Tienes un minuto? —dijo él con aspereza.


Paula tomó el café que se estaba sirviendo, y lo colocó cuidadosamente en una mesita antes de volverse hacia él. No parecía dispuesta a hacerle ninguna concesión. Se lo merecía.


—Paula, Maddox y tú… —comenzó a decir Pedro, pero dejó el resto cobardemente en el aire.


Paula alzó las cejas, con gesto de impaciencia.


—Los dos estáis… os lleváis muy bien —dijo Pedro tratando de quitarle hierro al asunto.


Paula movió la cabeza a uno y otro lado y respiró hondo.


—¿No es ése el objeto de los cambios que habéis introducido en el guión? Para romper el hielo, ¿no?


—En la pantalla, Paula, no fuera.


Ella respondió de inmediato como impulsada por un resorte.


—No hay nada fuera de la pantalla entre Brian y yo. ¿De qué estás acusándome?


—No te estoy acusando de nada. No quiero que los problemas personales afecten a la producción.


—Brian no es el hombre que tú crees —le dijo ella mirándole a la cara.


—Sé exactamente qué tipo de hombre es. Y no es el adecuado para ti.


—¿De veras? —replicó ella furiosa—. ¿Y qué tipo de hombre crees que es el adecuado para mí?


—Alguien que esté a tu altura. Alguien que tenga al menos dos dedos de frente.


—¿Sólo dos dedos? Me halagas —le dijo ella con una mirada desdeñosa, dándose a continuación la vuelta, dispuesta a marcharse.


—No... —replicó él dirigiéndose a ella, mientras el personal de servicio del catering prestaba atención ya sin ningún disimulo a la discusión—. No me mires así —le dijo llevándola fuera del alcance de audición de la concurrencia.


—¿Así cómo? —dijo ella muy acalorada.


—Como si yo te hubiera hecho algo que tú no quisieras. La otra noche tú me devolviste el beso.


—Pensaba que tu plan era simplemente actuar como si nunca hubiese sucedido nada.


—Sucedió, y apuesto a que ambos hemos estado pensando en ello —dijo él.


—Pero no hablando de ello, aparentemente.


—¿Qué es lo que hay que hablar? Fue simplemente una equivocación.


—¿Lo ves así? —dijo ella, abriendo como platos sus ojos de cervatilla.


—Tú eres la hermana pequeña de Sebastian, además de la persona con más talento de mi programa. Y tenemos un pasado común —le dijo Pedro preparando el camino para lo que parecía realmente querer decir—. Cualquier relación que pudiéramos tener entre nosotros sería del todo inapropiada.


—¿Inapropiada?


—¿Quieres que vuelva mejor a decir una equivocación?


—El tipo de hombre que me vaya o me convenga mejor a mí es algo que no es de tu incumbencia —dijo ella enojada—. Y mi relación con Brian tampoco es asunto tuyo. AusOne compró mi cara y mi experiencia. Nada más. Ahora, si no te importa, tengo mucho trabajo que hacer —concluyó dándose la vuelta y dirigiéndose a donde estaba el resto del equipo.


Lo había estropeado todo. Lo único que había querido hacer era prevenirla, apartarla un poco de la estela de Maddox. Cada vez que los veía juntos, sonriendo, bromeando, sentía un dolor en el estómago más agudo que si tuviera una úlcera.


Pedro frunció el ceño. Paula no era una chica fácil. A pesar de lo que había pasado entre ellos hacía tres noches, Pedro sabía que no era de las que se acostaban con cualquiera en la primera cita. Ni siquiera había sido una cita, tenía que recordarse a sí mismo.


Se sentía como un farsante, empujando a Paula hacia Maddox con una mano y tratando luego de apartarla de él con la otra.


Pero le ardía el alma sólo con imaginar a Maddox poniéndole las manos encima a Paula.





1 comentario:

  1. Pero qué tremendo este Pedro, no le da bola y tampoco quiere que Pau esté con otro.

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