AMULETO: CAPITULO 4

El día se fue a la mierda. Pero, ¿qué hay de nuevo? Quiero decir, toda mi vida ha sido un espectáculo de mierda. Un interminable desfile de carrozas de mierda. Un cruce de gatos negros, perseguida por los fantasmas, perdiendo la pata de conejo antes de que la encontrara, un desastre.


Pero se suponía que esto iba a ser diferente.


Yo necesitaba comenzar a quitarme la mierda de encima.


Algo para que impulsara mi carrera y al mismo tiempo me diera una nueva vida.


Necesitaba revertir mi suerte.


Por lo tanto, compré un billete de ida y vuelta a Irlanda, donde fotografiaría el arcoíris.


Maldito arcoíris.


Mi fotografía era una broma. Mi vida amorosa inexistente. Y juro que la mala suerte me ha acompañado a todas partes a las que voy. Mi vida es una muñeca de vudú, y me duele el cuerpo por estar atravesada por los alfileres.


Entonces, pensé: ¿sabes qué? Suficiente. Basta de compadecerme por mí y por mi suerte de mierda. Voy a ir a por todo: me convertiré en la chica más suertuda.


¿Y sabes cómo iba a hacerlo?


Iba a comenzar a crear mi propia suerte.


No estoy buscando un décimo de lotería ganador o una máquina tragamonedas que llueva monedas de dólar. Sólo quiero un arcoíris.


Entonces, naturalmente, vine a Irlanda. Ya sabes, la tierra de la buena suerte. De los duendes y shamrocks. Mi nombre es Paula. Toda mi existencia es como una bofetada en la cara. Por lo tanto, vine aquí, a Irlanda con mi cámara, mi mochila y determinación.


Alerta de spoiler: la determinación significa mierda. ¿Hacer tu propia suerte? No es gran cosa.


He caminado por esta isla durante las últimas tres semanas y, ¿cuántos arcoíris crees que encontré?


No, en serio, adivina.


Sí, tienes razón.


Exactamente cero. Como ninguno.


Zilch. Nada.


Jodida suerte.