sábado, 15 de agosto de 2020

EL HÉROE REGRESA : CAPÍTULO 31




Ignorando que podía subir y tomar un preservativo de su cartera, regresó al arroyo y se tumbó junto a ella. Ya se podía relajar, siempre y cuando no pensara en su sabor o en cómo sus pechos habían respondido al tacto de sus dedos.

—He apagado la bomba. Podemos vaciar el estanque en otro momento.
Pedro se puso las manos detrás de la cabeza para mantenerlas lejos de la tentación y miraba hacia arriba.

—Ni siquiera he traído mi móvil. ¿Sabes cuánto tiempo hace que no hago el vago una tarde?

—Imagino que bastante —Paula parecía igualmente interesada en las ramas de los árboles que tenían por encima—. Estás tan concentrado en el éxito que probablemente nunca tengas tiempo libre.

—Mmm —dijo 
Pedro evadiéndose. Se preguntó si ella esperaba que hiciera otro movimiento. Una parte de él quería hacerlo, pero otra le decía que mantuviera las manos fuera, porque cuando ya estaba todo dicho y hecho, ella todavía era la misma Paula que pensaba que las chicas buenas no llegaban hasta el final.

—Es bonito cómo la luz pasa por entre las hojas.

—Sí.

—Dime por qué te irritaste tanto cuando dije que yo era la fuerza y tú la maña —le pidió 
Pedro, a quien la mezcla de emociones que había visto en su cara seguía molestando.

—Quizá me irritara un poco. Hay dos razones, creo: mi padre y mi ex marido. Mira, mi padre era muy estricto con la escuela, pero también parecía que se resentía cuando hacía las cosas bien. Nunca he estado segura por qué.

—Probablemente estaba celoso porque eras más inteligente que él.

—¡Yo no creo que fuera más lista que mi padre! —protestó—. Él era muy inteligente.




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