sábado, 29 de febrero de 2020

LUZ, CAMARA Y... BESO: CAPITULO 37






Desde la ventanilla de su caravana, Paula vio a Brian salir de su entrevista con Leeds agitado y furioso. Le vio dirigirse directamente hacia donde estaba ella. Paula acababa de hacer café, y salió al exterior.


A Brian le temblaban las manos cuando tomó la taza. Paula se preocupó. Nunca había visto a Brian así.


—¿Constanza?


—No —respondió él—. Pero es una mujer muy directa, muy perspicaz.


—¿Qué te ha preguntado?


—Cosas sobre el programa, sobre mi opinión. Mi interés por la naturaleza… También me hizo un par de preguntas sobre Pedro y algunas sobre ti. Nada de particular, pero… Estuvo constantemente rodeando mi vida personal y sentimental sin entrar nunca en ella. Hablamos de todo menos de eso. Y nunca dijo nada ofensivo sobre ti. Es muy inteligente.


Paula estaba cada vez más nerviosa.


—Si lees las preguntas y las respuestas, no verás nada extraño, pero fue como si estuviera preparando una tormenta.


Brian suspiró y miró a Paula.


—Oh, lo siento, te estoy preocupando. No todo ha sido malo. Sólo te estoy diciendo que… Ten cuidado. Sé consciente de que maquina algo.


—Tengo miedo de que sea capaz de sacarme lo que no quiero decir, que consiga que hable de Constanza, o algo parecido.


—Paula… —dijo Brian tomando su mano—. Si eso sucede, no será porque tú hayas roto el juramento, sino por las facultades de esa mujer para husmearlo todo. Coti y yo sabemos que no podemos ocultar esto eternamente. No hagas tonterías sólo por ocultar mi secreto.


—¿Qué secreto? —preguntó la periodista acercándose a ellos sigilosamente.


¿Dónde demonios estaba Finn? ¿No se suponía que no debía separarse de ella?


—Estamos tomando un inocente café con donuts —dijo Brian cambiando de tono a otro más cordial—. Me encantan.


—Bueno, Paula —dijo Leeds—. ¿Estás lista?


«No, desde luego que no», se decía ella. Quería a Pedro a su lado.


—Claro —dijo en cambio.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario