sábado, 11 de mayo de 2019

TRAICIÓN: CAPITULO 24




Pedro sintió que se tensaba su cuerpo. Quería a su hermano y en otro tiempo había querido a su madre, pero era consciente de sus limitaciones. 


No, no sentía eso que ella llamaba amor, ¿y por qué sentirlo si sabía el dolor brutal que podía causar? Sin embargo, algo le decía que era inútil intentar defender su postura. Ella lucharía por aquel niño con todas sus fuerzas y eso complicaría las cosas. ¿Imaginaba que iba a aceptar lo que ella le dijera? ¿Pagar una pensión y tener fines de semana esporádicos con su hijo? La miró a los ojos.


–Tú no renunciarás a este niño y yo tampoco –dijo con suavidad–. Lo que significa que la única solución es que me case contigo.


Vio la expresión horrorizada de ella.


–Pero yo no quiero casarme contigo. Tienes que darte cuenta de eso. ¿Me ves como esposa de un hombre controlador y despótico al que ni siquiera le gusto? Me parece que no.


–No era una pregunta –dijo él con suavidad–. Era una declaración. La cuestión no es si te casarás conmigo, Paula. Es cuándo.


–Estás loco.


Él negó con la cabeza.


–Solo estoy decidido a tener lo que es mío por derecho. ¿Por qué no piensas lo que he dicho? Volveré mañana a mediodía a que me respondas cuando te hayas tranquilizado. Pero te lo advierto. Si eres tan obstinada como para intentar rechazarme, o si intentas escapar –la miró a los ojos–, te encontraré y te arrastraré por todos los tribunales del país hasta conseguir lo que es mío.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario