sábado, 16 de febrero de 2019
PAR PERFECTO: CAPITULO 18
Estaba siendo muy egoísta. Ella podía necesitarlo; quizá la cita había sido un desastre y se sentía desmoralizada por no encontrar al hombre de su vida. En ese caso, necesitaría que la consolara; le propondría tomarse un helado en su casa, y allí le propondría el plan
Le tomaría la mano del mismo modo que había hecho el día anterior. Sabía que ella lo había hecho para tranquilizarlo, y había funcionado porque el suave tacto de su piel le había hecho olvidar todo excepto...
Otro sonoro zumbido hizo que se sobresaltara.
—¿Pedro? ¿Le digo que te vuelva a llamar más tarde?
—No —dijo, aclarándose la garganta y las ideas—. Hablaré con ella. Gracias, Laura —apretón un botón y tomó el auricular—. ¿Paula? —dijo con voz calmada, esperando la narración de la peor cita de la historia.
—¡Hola, Pedro! —la voz de Paula era de una felicidad contagiosa—. ¿Tienes un segundo?
—Bueno, yo...
—Ya sé que estás ocupado. Lo siento, pero quería hablar contigo mientras los niños están en el recreo. ¿Puedes quedar a tomar algo después del trabajo?
—No estoy seguro de a qué hora voy a salir de aquí. ¿Por qué? ¿Estás bien? —¿Por qué sonaba su voz tan alegre e ilusionada?—. ¿Qué tal tu...?
—¿Mi cita? Genial. Y quiero que conozcas a Mariano. Esta noche.
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