sábado, 10 de diciembre de 2016

ENAMORAME: CAPITULO 23




Despierto.


Mi dormitorio se encuentra en penumbras y el otro lado de la cama está vacío. Busco mi teléfono móvil en la mesa de luz para ver la hora… 11.30 ¡no puedo creer que durmiese tanto! 


Esta mujer agota mis reservas de energía hasta el punto de lograr que un enfermo del trabajo como yo, duerma hasta el mediodía. Seguramente Pau se encuentre en la cocina preparando el almuerzo junto a los niños. Hoy al ser domingo por norma general, son los pequeños de la casa quienes eligen el menú. Me pongo de pie y voy por una ducha antes de unirme a ellos.


Media hora más tarde bajo a la cocina y para mi sorpresa no hay ni rastro de mi cocinerita preferida. Concepción se encuentra preparando unas tostadas, mientras Rita coloca flores frescas en un jarrón.


—Buenos días —saludo y ambas giran.


—Buenos días señor —responden a coro.


—¿La señorita Pau no se ha despertado aún? —miento… ya que, sé muy bien en qué anda mi bella pelirroja porque ¡durmió conmigo! Pienso hinchado de orgullo.


—Sí, señor Alfonso, ella bajó hace un par de horas, pero salió muy apurada —responde Concepción


–Llevaba una pequeña valija con ella y lloraba mucho la pobre… al parecer es algo referente con su esposo —remata la arpía de Rita, logrando su cometido.


«Dejarme con la sangre en el ojo»


¡Pero que mierda sucede con esta mujer! ¿Se fue sin avisarme?... ¿algo referente a su esposo?


Automáticamente tomo mi teléfono móvil y disco al suyo. Da libre. Suena una vez, dos, tres, seis… hasta que finalmente la llamada cae al buzón de correo.


—“Mierda Pau ¡toma el puto teléfono mujer!”—Cuelgo más furioso de lo que estaba, temiendo lo peor e ignorando el motivo por el cual ella huyó de mí.


¿Me abandonó?


¡Justo ahora!… ¿cuando todo parecía tener forma me abandona?






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