sábado, 18 de julio de 2015

VOTOS DE AMOR: CAPITULO 10




El sofá de Paula probablemente era muy cómodo como tal, pero no para que durmiera en él un hombre de la altura de Pedro. Aunque, tal vez la mala noche que había pasado no se debiera únicamente al sofá, pensó mientras se levantaba y se acariciaba el mentón. La excitación le había impedido dormir, por lo que se había dedicado a revivir lo sucedido en las horas anteriores.


Paula tenía parte de razón al acusarlo de no haber entendido que buscara consuelo en la música. Se había sentido celoso de que buscara la compañía de sus amigos, pero era cierto que no la había apoyado cuando lo había necesitado, debido a su incapacidad para manifestar sus sentimientos.


A pesar de los problemas de su matrimonio, no se había imaginado que lo fuera a abandonar.Paula había rehecho su vida y no lo necesitaba ni económica ni emocionalmente.


Pero la noche anterior lo había necesitado.


Era significativo que, al huir del acosador, no le hubiera dicho al portero que llamara a la policía, sino que hubiera corrido hacia él en busca de ayuda.


Y la forma en que había respondido cuando la había besado era otra prueba de que le importaba mucho más de lo que estaba dispuesta a reconocer.


Por otro lado, la amenaza de su tío de nombrar presidente de AE a su primo Mauro lo obligaba a seguirle el juego. La realidad era que tenía que demostrar a su tío que se había reconciliado con su esposa. El incidente con el acosador le había ofrecido la oportunidad de acercarse a Paula y convencerla de que le diera otra oportunidad. Solo él sabría que la reconciliación sería temporal.







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