sábado, 6 de marzo de 2021

UN EXTRAÑO EN LA CAMA: CAPÍTULO 55

 


Pedro se duchó, se puso unos vaqueros y un jersey gris limpios y salió a la calle. Se tomaría una cerveza y cenaría algo.


Como estaba lloviendo, tomó un taxi.


—¿Va a ver el partido? —le preguntó el taxista.


La idea le gustó. Unos minutos después, pagaba al taxista y se metía en un ruidoso bar.


Pidió una cerveza e intentó concentrarse en el partido, pero no pudo evitar pensar en Paula y en lo que le estaba queriendo decir al salir con otro hombre.


¿Qué le había dado a entender él, apartándose de su camino y dejándola marchar?


Entonces se dio cuenta de que se estaba arriesgando a perder a la mujer más increíble del mundo.


—¡Qué idiota! —exclamó.


—Sí, tío —le dijo el tipo que tenía sentado al lado—. Tenía que haberlo visto venir.


Notó que le vibraba el teléfono en el bolsillo y vio que se trataba de Gabriel.


—¿Dónde estás? —le preguntó este.


—En un bar.


—Pues ve a algún sitio donde puedas hablar tranquilo —le dijo su jefe.




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