sábado, 5 de diciembre de 2020

VENGANZA: CAPÍTULO 35

 



—¿Qué? —exclamó Paula, incrédula.


Las facciones de Pedro podían haber estado esculpidas en mármol.


—¿Ésta es tu venganza? ¿Tu manera de castigarme porque pensabas que yo era el causante de la muerte de tu hermana? ¿Lo habías planeado desde el principio?


—¡No!


—Entonces, ¿por qué dejaste que te hiciera el amor sabiendo que yo te creía Mariana?


Aquélla era una pregunta que Paula no podía contestar sin confesarle la verdad: que estaba enamorada de él. Que lo había estado desde el principio.


—Porque… me gustabas. Me gustabas más de lo que me había gustado nunca un hombre.


—¿Ésa es la única razón?


—Sí, la única.


—Porque te gustaba. Nada más.


—Bueno, ésa es la razón por la que tú te acostaste conmigo, ¿no?


—Es posible. O no. Quizá pensé que había encontrado a la mujer de mis sueños —replicó Pedro, irónico.


—Mira, yo sólo quería decirte que estoy embarazada. Me pareció lo más correcto. Pero si no quieres, ni siquiera le pondré al niño tu apellido.


—¿Por qué no?


—¿Quieres que lo haga?


—Por supuesto. Ningún hijo mío va a ir por la vida sin mi apellido.


—¿Y qué le diremos a la gente? ¿Qué pasa con… tu amante?


—¿Qué amante?


—La mujer morena con la que te vi en el bar.


—¿Stella? Es la cantante que ocupa tu puesto. Nada más.


—¿Estás diciendo que no hay nada entre vosotros?


—Absolutamente nada —contestó Pedro.


—¿No te has acostado con ella?


—No. Y no tienes que preocuparte de otras mujeres porque tú y yo vamos a casarnos.


—¿Cómo dices? —exclamó Paula—. ¿Por qué iba a casarme contigo?


—No quiero que un hijo mío crezca como niño ilegítimo.


—Muchas parejas tienen hijos sin casarse —replicó ella.


—Yo no quiero eso —dijo Pedro—. Mira, cuando yo era pequeño la gente criticaba esas cosas de la manera más cruel. Tuve que escuchar muchos comentarios cuando era un niño… y no quiero que eso le ocurra a mi hijo.


Cualquier noción romántica que Paula pudiera haber tenido sobre aquella proposición murió de inmediato. Pedro no la quería. No la querría nunca.




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