miércoles, 19 de febrero de 2020

LUZ, CAMARA Y... BESO: CAPITULO 4




Sin saber cómo responder a un cumplido de Pedro Alfonso, Paula escapó de la moderna oficina móvil y regresó a la casa de invitados. 


Encontrar un alquiler asequible a corto plazo en el centro de Sidney para los seis meses que estaría allí no resultaría nada fácil.


¿Podría volver a ser de nuevo la vecina de al lado?


Pedro se apoyó indolente en el marco de la puerta de la habitación, bajó el tono de voz y sacó su artillería pesada. Conocía a Paula. Al menos, a la chica que había sido antes de ser mujer.
—Vamos, Ava. Imagínate aquí, echada tranquilamente en el sofá un domingo por la tarde, acunada por el suave susurro de los sonidos que suben del puerto.
Verla allí en el suave resplandor del exterior le trajo al recuerdo sus primeros reportajes de prueba: cómo la luz, más que reflejarse en ella, parecía irradiar de ella misma. Había estado en pantalla menos de cinco minutos, pero los índices de audiencia habían batido todos los récords, respondiendo unánimemente a su vitalidad, a su personalidad tan afable, y a la entrega y amor que ponía en todo lo que hacía. 


Tampoco le costaba reconocer que tenía un atractivo erótico natural.


La última vez que la había visto había sido sólo una adolescente. Una buena chica, con un corazón tan grande como el sol, justo en la frontera de la pubertad.


—Disculpa —dijo ahora la adulta Paula evitando mirarle mientras se abría paso para entrar en el dormitorio.


Paula cerró los ojos al pasado y miró a la puerta que conducía a la parte de la casa donde vivía Pedro, viendo reconfortada un enorme cerrojo. 


Pedro lo había puesto allí llevado por el arrepentimiento y el sentimiento de culpabilidad de estar manipulando a alguien que consideraba una amiga, además de la hermana de un compañero. Había trabajado muy duro y había sacrificado demasiadas cosas como para retroceder. Tenía la ocasión de demostrarle a su padre su valía.


Por eso, cuando ella le tendió la mano y le dijo que aceptaba, sintió la exaltación de la victoria.



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