miércoles, 26 de febrero de 2020

LUZ, CAMARA Y... BESO: CAPITULO 29





Algo había cambiado entre Paula y Maddox. Pedro no podía precisar qué, pero había una camaradería que no había percibido antes. No sabía cuál podía ser la causa, pero no le gustaba.


No quería que intimara con Maddox. No quería que hiciera nada con Maddox.


La imagen de Paula con los brazos alrededor de aquel hombre, besándole, bloqueó su mente. Se agitó nervioso mientras esperaba a que el ascensor llegara a la azotea, el lugar donde estaban rodando aquella semana.


Vio a Paula en cuanto llegó. Estaba charlando sobre algo relativo al diseño de complementos con Silvia. Supo que ella había percibido su presencia por la forma en que arqueó la espalda.


—Hola, señor Alfonso—dijo Silvia, ajena a lo que sucedía entre ellos.


Pedro asintió con la cabeza despreocupadamente y pasó de largo sin saludar a Paula. Le costó hacerlo, porque lo que él deseaba era hablar con ella en privado, hacer algo más que hablar. Pero pasó de largo hasta el otro extremo de la terraza.


Entonces se dio cuenta de que Maddox le estaba observando. ¿Qué demonios quería? 


Pedro apretó los puños. No podía quitarse de la cabeza las manos de aquel tipo recorriendo impunemente la suave piel de Paula.


Se acercó al primer ayudante de dirección y le hizo algunas preguntas banales para disimular. 


No escuchó las respuestas. Se dedicó a observarla a ella todo el tiempo. Y todo para descubrir la forma en que miraba a Maddox.


Se volvió hacia el ayudante de dirección y, al mirar de nuevo, Paula avanzaba hacia Maddox y posaba su mano sobre su brazo riéndose ostensiblemente. No podía soportar que aquel hombre tuviera la capacidad de hacerla reír de aquella manera mientras él sólo podía inspirar dolor.


En ese momento, sonó su teléfono móvil. Pedro respondió a regañadientes.


Kurtz empezó a hablar como un torrente sobre índices de audiencia.


—Pero quería llamarte para ser el primero en darte las buenas noticias —el inusual tono de voz de Kurtz atrajo su atención—. Ya es oficial. Urban Nature ha sido nominada para los Australian Televisión Award.


Pedro contuvo la respiración.


—Es la primera vez que un programa como éste es nominado en su primera temporada…


—Estamos en la segunda temporada —corrigió Pedro, molesto por la facilidad con que se había olvidado de la primera temporada, un año entero de trabajo.


—Todo el mundo ha olvidado ya la primera temporada, Pedro. Lo que les gusta es la de ahora. Nuestro nuevo estilo y la química entre Paula y Maddox están funcionando.


«Nuestro nuevo estilo». Había tenido que sostener innumerables discusiones con los responsables de la cadena para que le dejaran llevar a cabo sus ideas.


—Los dioses están de nuestro lado, Pedro. Y los jefes quieren aprovecharlo.


—¿En qué sentido? —preguntó inquieto.


—Las promociones que hemos hecho hasta ahora han sido geniales. Ahora quieren algo más largo, más en profundidad. Un reportaje completo.


¿Cómo había llegado tan alto un tipo sin el más mínimo sentido del gusto y de lo adecuado como Kurtz?


—¿Y pretendes que lo haga yo?


—Por supuesto que no, Pedro. Tú ya has hecho mucho, todo el mundo lo sabe. Aunque es cierto que había pensado que te encantaría enfrascarte en algo que dispare tu reputación, algo grande, algo real que le interese a la audiencia.




1 comentario:

  1. Uyyyyyyy, me parece que Pedro está un poco enojándose jajaja. Está buenísima esta historia.

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