sábado, 11 de enero de 2020

HEREDERO OCULTO: CAPITULO 31





Ella lo miró como queriéndole decir que, en realidad, no tenía elección, pero Pedro tenía claro que no iba a marcharse de allí sin su hijo.


Además, no quería separarse de Dany ni siquiera unos días. Tal vez fuesen pocos, pero se había acostumbrado a estar cerca de su hijo todos los días.


Y suponía que le ocurría lo mismo con respecto a alejarse de Paula, pero nunca había puesto en duda la atracción que sentía por ella.


Tenía que pensar primero en su hijo. Y aunque jamás habría causado tanto nerviosismo o disgusto a su mujer intencionadamente, no estaba seguro de que no fuese capaz de salir huyendo de allí con Dany en cuanto él se hubiese marchado a Pittsburgh.


Eso significaría dejar a su tía y la panadería, pero ya le había ocultado la existencia de Dany una vez. ¿Cómo podía estar seguro de que no intentaría robárselo en esa ocasión?


Y luego estaba la posibilidad de que volviese a estar embarazada. Hasta que él no estuviese seguro de si lo estaba o no, no quería apartarse de ella.


Lo que significaba que si él no podía quedarse en Summerville y estar pendiente de Dany y de ella en todo momento, tendría que llevarse a Dany con él a Pittsburgh. Paula podía acompañarlos o no, pero si Dany estaba con él, no se marcharía de allí.


–Eso es chantaje –balbució Paula.


Él arqueó una ceja y contuvo las ganas de echarse a reír.


–Yo no lo llamaría así.


–Y, entonces, ¿cómo lo llamarías?


–Paternidad –le respondió Pedro–. Solo estoy ejerciendo mis derechos como padre. Sabes cuáles son, ¿no? Los que me negaste durante todo el año pasado ocultándome la existencia de Dany.


No había pretendido hablar con aquella amargura, pero no había podido evitarlo.


–No voy a permitir que te lleves a Dany a ninguna parte sin mí –insistió Paula.


Lo que quería decir que iría con él, aunque fuese a regañadientes.


–Si puedes estar preparada mañana, nos iremos alrededor del mediodía.


–No sé si voy a poder marcharme tan pronto.


–Vale, entonces nos iremos sobre la una.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario