miércoles, 17 de julio de 2019

INTENTO DE MATRIMONIO: CAPITULO 9




Mariano pulsó el botón situado en el techo del coche, esperó a que se abriera la puerta del garaje y aparcó el deportivo. Por fin en casa. 


Permaneció sentado durante unos minutos disfrutando de la sensación, dándose tiempo para distanciarse del resto de acontecimientos de la noche. Compartimentos separados. Esa era la única manera de poder mantener su vida bajo control.


Antes de abrir la puerta, se sacó de un bolsillo de la camisa una toallita perfumada, envuelta en un sobre de plástico. Lo rasgó y se limpió concienzudamente las manos antes de hacer una bola con ella y tirarla a la papelera. Solo entonces bajó del deportivo. Tras recoger el ramo de flores que había comprado en el supermercado nocturno, aspiró profundamente y se dirigió a la puerta trasera de la casa. Aquella mañana había cometido un desliz, dejando que su adorable esposa lo contemplara bajo una nueva luz no precisamente favorable. Pero esa noche lo arreglaría. Las flores y los cumplidos podían encubrir cualquier pecado.


Porque no eran pocos sus pecados



2 comentarios:

  1. Qué bueno que Pau y Pedro charlaron un ratito. Ojalá lo que siga no sea lo que me imagino que va a pasar con el marido.

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