jueves, 28 de marzo de 2019

EN APUROS: CAPITULO 32




Belen estaba sentada en el columpio del porche, meciéndose suavemente. Teniendo en cuenta lo que habían hecho, tenía que reconocer que el tío Pedro no había sido demasiado severo con ellos. No se había enfadado ni la mitad de lo que ella creía que haría.


—Tendremos que pensar otra cosa, ¿no? —dijo Simon.


—Sí, habrá que cambiar de plan —reconoció la niña con un suspiro.


—Pero hemos prometido que no nos meteríamos por medio.


—Error: lo que hemos prometido es que abandonaríamos la idea de hacerle parecer como un inútil. Y he de admitir que me parece una buena idea… Os habéis pasado, chicos.


—Jope —Simon se enfurruñó como un niño pequeño.


Chicos. Siempre estaban a la defensiva. Belen esperaba que las cosas cambiaran cuando fuera mayor.


—Vamos a olvidarlo, chicos. Hay que concentrarse en una nueva estrategia.


—¿Nos vamos a meter en líos otra vez? —preguntó Kevin.


—¿Cómo vamos a meternos en líos si nos esforzamos por ser encantadores? —replicó Belen—. Vamos a conseguir que Pedro se convierta en el príncipe azul.


—¡Genial! —exclamaron sus dos hermanos.



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