sábado, 23 de marzo de 2019

EN APUROS: CAPITULO 16




—¡Una semana! —casi gritó su sobrina.


—Solo serán seis días: lo conseguiremos.


Los cuatro estaban sentados en la salita: Pedro en el sofá con Kevin en su regazo, Belen a su lado y Simon en el suelo, con las piernas cruzadas. Todos tenían un aire bastante mustio.


—No entiendo por qué no se puede quedar en un hotel o algo así. ¿De verdad se cree que podemos actuar con naturalidad con una cámara permanentemente delante de nuestras narices? —preguntó Sean.


—Ya os he explicado porqué tienen que quedarse en la casa. Y en cuanto a las fotos, Flasher prometió que no os sacaría a ninguno de frente.


Pedro había insistido en aquel punto: quería evitar la posibilidad de que los reconociera algún vecino o amigo y que escribiera a la revista. 


Para estar más seguro, estaba dispuesto hasta a hacer desaparecer unos cuantos carretes.


—¡Y que graben cada palabra es casi peor! —se quejó su sobrino.


—No creo que P.E. nos grabe las veinticuatro horas del día. Supongo que sacará la grabadora solo cuando quiera hacerme alguna entrevista. No os preocupéis: lo único que tenéis que hacer es actuar con naturalidad y, sobre todo, no olvidaros de llamarme… —se detuvo expectante, con la mano en la oreja, esperando que hubieran aprendido la lección. Sin embargo, se quedó con las ganas—. ¡Vamos, chicos! No es tan difícil, seguro que podéis nacerlo.


—¡Ya! Pero es que una semana entera —protestó Simon—. Es demasiado, seguro que alguno mete la pata —añadió con pesimismo mirando a su hermano pequeño.


—¿Y qué pasa con mamá?


—No os preocupéis. He llamado al balneario para ampliar su estancia. Ella está encantada. Aunque solo sea por ella, para que no se preocupe, tenemos que salir de este embrollo —dijo Pedro persuasivo—. De momento, así podrá disfrutar de unas merecidas vacaciones. Venga, chicos, ¿qué decís? ¿seréis capaces? Pedro los miró esperanzado. Los tres asintieron con un gesto.


—Pero yo quiero que me traigas más golosinas —le pidió Kevin.


—Chantajista —iba a tener que replantearse seriamente su política de sobornos.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario