lunes, 14 de enero de 2019

AL CAER LA NOCHE: CAPITULO 40





Pedro pasó el resto del día en Auburn, interrogando a conocidos de Sally Martin. Había hablado con su ex novio un par de días atrás.


Éste tenía una coartada que Pedro quería investigar. Pero incluso en el caso de que no la tuviera, Pedro dudaba de que aquel chico hubiera sido capaz de hacer algo peor que copiar en un examen.


Mientras trabajaba activamente en el caso, Pedro conseguía mantener a Paula en los márgenes de su mente. Pero mientras regresaba de nuevo a Prentice, sólo era capaz de pensar en ella.


Pedro había vivido en un agujero desde la muerte de Natalia. Llevaba mucho tiempo viviendo en la oscuridad y no estaba seguro de que pudiera siquiera salir de allí. E incluso en el caso de que lo hiciera, no sabía si Paula y él podrían hacerlo juntos.


En aquel momento lo único que sabía era que él era un hombre, que Paula era una mujer, y que deseaba desesperadamente estar con ella. 


Quizá Paula lo rechazara. Pero era un riesgo que tenía que correr.


Condujo directamente hasta su casa, aparcó allí mismo y recorrió a grandes zancadas el camino que llevaba hasta su puerta.


No tenía la menor idea de lo que le iba a decir, pero tampoco le importaba. El pomo de la puerta giró. La puerta se abrió lentamente y apareció Paula frente a él con una combinación de encaje negro que se abrazaba a sus muslos y acariciaba sus senos. Pedro no habría sido capaz de pronunciar una sola palabra aunque su vida hubiera dependido de ello.




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