viernes, 11 de enero de 2019

AL CAER LA NOCHE: CAPITULO 29




Sacudió la ceniza del cigarro por la ventanilla del coche mientras observaba a Paula subiendo los escalones de la entrada del hospital. La temperatura había bajado durante las últimas horas y estaba a punto de helar, pero Paula no se había molestado en ponerse la cazadora. 


Imaginó sus pezones presionando contra el sujetador de encaje. También eran de encaje sus bragas. Diminutas tiras de satén combinadas con un exquisito encaje que se aferraba a los rincones más cálidos y secretos de su cuerpo. Había visto su ropa interior tendida en el patio el día anterior.


Y estaba enamorándose de Pedro AlfonsoPedro sería el único que deslizaría los dedos en el interior de aquellas prendas que Paula había dejado tendidas para que se secaran. Pero él no permitiría que eso ocurriera.


«Muy pronto, Paula, estaremos solos tú y yo». Pero antes tenía que terminar lo que había empezado.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario