lunes, 9 de octubre de 2017

PLACER: CAPITULO 4





—Oh, doctor, gracias por llamarme.


—No se preocupe. Sé que está preocupada por su madre y es lógico —respondió el doctor Gustavo Coleman.


Paula se estremeció ante las palabras sinceras del médico.


Pero ella era enfermera, no debía sorprenderse. La mayoría de los médicos no se andaban por las ramas. El jefe de Paula, Alberto Nutting estaba cortado por ese mismo patrón.


No obstante Paula se asustó. Estaban hablando de su madre, quien siempre había sido su mayor apoyo. El padre de Paula había muerto cuando ella era pequeña de un fallo cardiaco y se habían quedado bastante desprotegidas económicamente. Monica había tenido que trabajar de la mañana a la noche para sacarla adelante. Y sin embargo nunca había desatendido a su hija. Monica siempre había encontrado momentos para compartir con ella, sin importarle lo cansada o atareada que estuviera.


—¿Está usted ahí, señora Chaves? —preguntó el médico. 


Paula se dio cuenta de que se había quedado absorta en sus pensamientos.


—Perdone. Me he quedado pensando en mi madre. Ahora que la he visto, estoy muy preocupada.


—Como le he dicho antes, tiene motivos para estarlo. Ha sufrido una caída muy mala, y como usted ya sabe, la espalda ha sido dañada. Pero no hay ninguna fractura.


Monica se había caído en el vestíbulo de la casa dos semanas atrás. Cuando Paula había conseguido hablar desde Houston con el doctor Coleman, éste le había enviado una copia de las pruebas. Entonces Paula se había dado cuenta de la gravedad de la situación y había corrido junto a su madre.


—Le estoy muy agradecida por haberme mantenido informada en todo momento, doctor.


—No podía hacer otra cosa. Como ya la he dicho, Monica está hecha de una madera especial. Sé que tiene muchos dolores, sin embargo, sufre en silencio.


—Pero eso no es bueno.


—Tiene razón. No quiero que sufra. Pero creo que Monica es la paciente más testaruda que tengo —confesó el doctor con una sonrisa.


A Paula le agradó aquel gesto. Nunca había visto al médico en persona, pero había tenido incontables conversaciones telefónicas con él. Cada vez estaba más impresionada por su sentido del humor y por lo atento que se mostraba con su madre.


—Quiero hacerle otra resonancia magnética pronto, así podremos comprobar si los músculos dañados están empezando a cicatrizar o no. Mientras tanto he encargado un corsé para que pueda ponérselo. No quiero que se mueva de la cama si no lo lleva puesto —prosiguió el doctor.


—Parece entonces que va a tener que guardar reposo durante bastante tiempo —comentó Paula cada vez más preocupada.


—Sí. Sobre todo por la osteoporosis.


—Así que nos enfrentamos a un periodo de recuperación largo —dijo Paula con el corazón en un puño.


—No necesariamente. Monica es tan decidida que creo que podrá recuperarse mucho antes que cualquiera de nosotros en su caso. Lo que sí que está claro es que se tiene que olvidar de trabajar durante una buena temporada.


—¿Y qué hay de la rehabilitación?


—Tendrá que hacerla, pero todavía es pronto.


Paula estaba luchando contra los sentimientos que estaban desatándose en su interior. Tenía un panorama desolador. 


¿Qué ocurriría si su madre nunca llegaba a recuperar toda la movilidad? Monica siempre había trabajado y había sido una mujer llena de vitalidad.


—Me va a tener que ayudar para convencerla de que no puede trabajar. Supongo que hasta el momento no le ha comentado nada de esto. Ella piensa que la semana que viene ya estará fregando suelos —dijo Paula.


—Alguien tendrá que fregar los suelos, pero no va a ser Monica.


—Gracias por ser tan tremendamente sincero conmigo. Ahora yo tendré que ser tremendamente sincera con ella —afirmó Paula tras un suspiro.


—Si espera un rato, me acercaré al rancho. Y los dos le podremos soltarle la noticia.


—Gracias por su amabilidad, pero déjeme intentarlo a mí. Si se me resiste, se lo comunicaré.


—Llámeme cuando sea necesario.


Cuando la conversación terminó, Paula se quedó con el auricular en la mano unos instantes antes de colgar. Estaba aturdida.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario