martes, 24 de mayo de 2016

DURO DE AMAR: CAPITULO 12




Tal vez esto era una estúpida idea. Después de dormir hasta tarde, me duché y vestí de manera informal en un par de vaqueros y una camiseta negra sencilla, a continuación, después de hacer una parada en una tienda deportiva, estuve frente a la casa de Pedro otra vez.


Era la misma hora que la última vez, pensé que estaría aquí para bajar a su hermana del autobús de nuevo, pero su camioneta no estaba en el camino de entrada.


Agarré la pelota de ejercicio y la bomba desde el asiento trasero y me dirigí a la casa.


Momentos después, una atractiva chica abrió la puerta. 


Parecía tener mi edad, tal vez uno o dos años más joven, y era bonita con el pelo largo y rubio que le caía por la espalda y grandes ojos grises. Mi estómago cayó. ¿Era la novia de Pedro?


—¿Te puedo ayudar?


Me quedé allí por un segundo, todavía alterada por la apariencia de la chica y cuestionándome su relación con Pedro, hasta que me di cuenta de que no había respondido todavía.


—¿Está Pedro?


Ella negó con la cabeza.


—Está trabajando. ¿Quién eres tú?


Me tragué un nudo en la garganta.


—Soy Paula, una amiga… de él. Y le traje esto —Le tendí la pelota de ejercicio—, para Lily. Soy enfermera. —Casi. ¿Amiga? ¿Enfermera? Caray, las mentiras salían escupidas de mi boca.


—Oh. Está bien —Abrió más la puerta—. Lily estará en casa en unos minutos. Puedes entrar y esperar. Soy Becca, por cierto.


La seguí dentro de la casa, preguntándome qué demonios estaba haciendo y quién diablos era Becca.





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