martes, 26 de abril de 2016
MI CANCION: CAPITULO 6
Pasaron tres horas hasta que hicieron un descanso.
Apoyada en el borde del escenario, con las piernas colgando, Paula se dispuso a comer la comida china que había pedido Raul, aunque no tuviera mucho apetito. La cabeza le daba vueltas y tenía tanto sueño que podría haberse quedado dormida de pie.
El carismático mánager de la banda no le había dado ni un minuto de descanso hasta ese momento y se sentía como si acabara de bajar del ring de boxeo.
–¿No tienes hambre?
De repente, Pedro estaba a su lado. Paula levantó la mirada y contempló esos ojos azules que la hechizaban. Era injusto que un hombre tuviera unas pestañas tan negras y largas.
Pedro Alfonso, sin duda, había estado al comienzo de la cola cuando Dios había repartido la belleza.
Paula respiró de manera entrecortada. El aroma de su perfume no le daba tregua.
–Pensaba que sí –le contestó. Encogiéndose de hombros, dejó el contenedor de cartón a un lado y se llevó una servilleta a los labios–. Solo tomé un sándwich a la hora de comer… y tampoco estaba muy bueno que digamos.
–Supongo que sabías que esto no iba a ser fácil. ¿Seguro que quieres seguir adelante? Hace falta algo más que talento en este juego, Paula. Hace falta garra y aguante.
–Puedo hacer acopio de mucha garra y aguante cuando es necesario. Solo ponme a prueba.
Un relámpago iluminó sus ojos verdes momentáneamente y Pedro se rio suavemente. Se había soltado la coleta y el pelo le caía por la espalda como una manta de seda negra.
–Es obvio que me va a llevar un tiempo aprenderme todas las canciones nuevas, pero me llevaré una copia de la música y la letra a casa y las practicaré con la guitarra.
Pedro casi había olvidado que Paula también era guitarrista. No sabía si era muy buena, pero a juzgar por su talento vocal, su habilidad con la guitarra no debía de andar muy lejos.
–Buen intento, pero la primera cosa que vas a tener que hacer es avisar en la tienda y decirles que no vas a volver. No puedes compaginar un trabajo a tiempo completo con la actividad musical. Dentro de tres semanas estaremos en la carretera y tendrás que decirle adiós a este pequeño pueblo.
Sus palabras sonaron tan definitivas que Paula no pudo evitar estremecerse. Sin embargo, la oportunidad que se le había presentado era única y no podía desaprovecharla.
Había vivido en ese pueblo durante la mayor parte de su vida. Su familia había dejado Londres cuando no era más que un bebé y sus padres se habían ido a California tres años antes para reunirse con su hermano Daniel y su esposa.
Ella no había querido marcharse con ellos, no obstante, pero la situación era muy distinta esa vez.
Paula tragó con dificultad.
–Bueno… ¿Eso significa que me estás ofreciendo un trabajo a tiempo completo con la banda?
El estómago se le encogió mientras esperaba la respuesta de Pedro.
–Eso parece, ¿no? –le dijo él con una sonrisa.
De repente, se puso en pie y fue a reunirse con los demás.
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Buenísimos los 3 caps.
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