sábado, 14 de noviembre de 2015

UNA CITA,UNA BODA: CAPITULO 19






Se despertó hora después desnuda en la cama y en la habitación totalmente a oscuras. Solo la cálida vibración de su cuerpo le recordó quién era y dónde se encontraba.


Con cuidado, echó el pie hacia un lado hasta que rozó la velluda pierna de un hombre. Pedro no había vuelto a su habitación. Se había quedado a su lado.


El roce debió de despertarlo porque se giró y echó un brazo sobre su cintura y acercó las rodillas a sus piernas. Ella se subió la sábana hasta la barbilla y miró al oscuro techo con el corazón acelerado y preguntándose cómo iba a aguantar los próximos dos días de una pieza.







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