domingo, 25 de octubre de 2015

EL DESAFIO: CAPITULO 24





Pedro le dio un vuelco al corazón cuando Paula lo miró y le regaló una sonrisa tan dulce y feliz que tuvo que parpadear para contener las lágrimas de emoción.


Pero aún quedaba una pregunta que Damian había dejado sin responder.


–¿Por qué ahora, Damian? –le preguntó–. ¿Por qué has decidido que ahora era el momento adecuado para que Paula supiera la verdad?


–¿Tú qué crees, Pedro?


Pedro no estaba seguro del todo… pero podía tener esperanzas, ¿no?


Sí, podía tener la esperanza de que ese fuera su modo de decirle que, por fin, iba a permitir que Paula viviera su propia vida. Que iba a permitirle vivir. Amar.


Porque Damian se había dado cuenta de que Pedro se había enamorado de su hija.


–Imagino que aún tenéis mucho de qué hablar, Damian, pero ¿te importaría que te robara a tu hija unas horas? Dudo que haya comido mucho en los últimos dos días, así que al menos podría invitarla a almorzar –añadió ante la mirada de perplejidad de Paula.


–Me parece una idea excelente, Pedro –dijo Damian–. Además, Paula y yo tenemos el resto de nuestras vidas para seguir hablando.


–¿Paula? –le preguntó él alargando la mano hacia ella y conteniendo el aliento a la espera de su respuesta.







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