domingo, 18 de octubre de 2015

EL DESAFIO: CAPITULO 2





Pedro tenía más que «objeciones» en lo concerniente a Paula Chaves; en lo concerniente a la atracción que sentía por ella. 


Pero no tenía duda de que estaba diciendo la verdad, de que la firmeza de esa mirada color musgo le estaba diciendo lo cierto sobre el contrato que Miguel, o Arcángel en general, había firmado con su padre. Una cosa más de la que Miguel no lo había advertido y de la que tendría que hablar con su hermano mayor en cuanto pudiera.


–Muy bien, haré los preparativos necesarios para que mañana puedas comprobar toda la seguridad de la galería.


–Hoy sería mucho mejor.


Pedro la miró y vio con facilidad el desafío que le estaba lanzando con su inflexible mirada.


–Muy bien, pues luego entonces.


–Bien. Nos vemos en tu despacho en la tercera planta a las once –se giró con desdén recogiéndose su salvaje melena y metiéndosela debajo de la gorra de béisbol mientras iba a reunirse con el resto de los trabajadores.


Los dos guardaespaldas le lanzaron a Pedro una mirada de advertencia antes de seguir a Paula.


Una advertencia totalmente innecesaria por lo que a él respectaba porque no tenía ningún interés en conocer más a fondo a la señorita Paula Chaves. Era preciosa, sí, y esos labios suplicaban ser explorados en profundidad, con más detalle y sensualidad, pero la presencia de los guardaespaldas decía que eso no pasaría, y su actitud desdeñosa para con él tampoco era nada alentadora.


No, la señorita Paula Chaves no era una mujer a la que Pedro quisiera conseguir.








No hay comentarios.:

Publicar un comentario