jueves, 30 de enero de 2020

ADVERSARIO: CAPITULO 36






Esa mañana tenía cita con su doctor. Era el médico general que atendiera a su tía antes de que decidiera internarse en el hospital. Paula no estaba segura de cómo reaccionaría con su embarazo, o cuántas preguntas le haría acerca del padre. Sin importar lo que la presionara, Paula estaba decidida a mantener la identidad de Pedro en secreto. Al menos eso le debía. 


Después de todo, él no pidió ser el padre del niño, y estaba bastante segura de que no quería serlo. Muy, muy segura.


No tenía por qué haberse preocupado. Aunque titubeó un poco cuando le explicó al médico las razones por las que quería mantener la identidad del padre en secreto, él no intentó obligarla a hablar, se concentró en su estado de salud, le advirtió que estaba baja de peso, le recordó que había pasado una época de mucha presión, y que las primeras semanas del embarazo eran cruciales para un feto en formación.


—¿Quiere decir que podría perder a mi bebé? —Paula le preguntó preocupada.


—No necesariamente, sólo se lo señalo por el hecho de todas las presiones que la han rodeado, y porque sus reservas mentales y físicas fueron agotadas por la enfermedad de su tía, debe prepararse a estar muy alerta y asegurarse de no cansarse demasiado —frunció un poco el ceño—. Vive bastante lejos. Creo que no es necesario que le advierta de los peligros que pueden encerrar acciones como subir escaleras de mano, o correr de arriba a abajo por una escalera sin ver por donde va. Por lo general, a mis pacientes embarazadas les digo que sigan con su vida normal, pero en su caso... —movió un poco la cabeza—. No creerá el número de pacientes que sienten una necesidad imperiosa de redecorar. Si la invade ese deseo. ¡No lo haga!


Paula lo miró inquieta. ¿Trataba de decirle que su bebé corría algún riesgo, o sólo le decía que debía tener cuidado por estar sola? Como si le hubiera leído la mente, él continuó, tuteándola por vez primera.


—Todo está bien, Paula. Tanto tú como tu bebé estarán bien, en tanto recuerdes que te debes cuidar mucho. Es obvio que deseas este bebé.


—Mucho —Paula se lo aseguró.


—Bien —le sonrió—. Contamos con una clínica para nuestras futuras madres, en donde se ofrecen todo tipo de actividades. Clases para un parto natural, clases de natación... Heather, la recepcionista te puede dar los detalles.




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