domingo, 8 de diciembre de 2019

SECRETOS DE AMOR: CAPITULO 46




Pedro no estaba por ninguna aparte cuando por fin Paula reunió valor para bajar al pub. La propietaria, la señora Pike, le explicó que se había ido con su marido en el tractor para intentar recuperar el coche.


A media mañana oyeron el ruido del tractor en la carretera. El Bentley iba enganchado con una cuerda y el corazón le dio un vuelco al ver a Pedro salir del coche y dirigirse al pub. Si había esperado que hacer el amor con él la liberase de aquella fascinación, estaba mas que equivocada 


Era como si su cuerpo reconociera a su pareja y quisiera redescubrir el dulce placer que podía darle...


-El coche no arranca, pero el señor Pike me va a prestar su Land Rover para que te lleve a la estación. Puedes tomar el primer tren a Londres y yo iré dentro de un par de días, cuando el Bentley esté reparado.


Paula asintió sin palabras y lo oyó suspirar.


-Paula, tenemos que hablar...


-El desayuno está listo -los interrumpió la señora Pike.


Cualquier cosa mejor que hablar con Pedro, pensó ella.


Permaneció en silencio mientras iban a la estación. Pedro estaba demasiado ocupado intentado que el Land Rover no patinase en la carretera como para decir nada. Solo cuando estaban en el andén, a punto de subir al tren, Paula lo miró y se quedó sorprendida por su expresión de tristeza.


-¿Qué vas a decirle a Chris?


-No lo sé.


-No tienes que quedarte con él, Paula. Sé que tú crees que lo quieres, pero eso no puede ser verdad. Y si él te quisiera, no te haría daño.


Evidentemente, se sentía culpable por Celina, pensó ella. Y saber que él la había ayudado a cometer adulterio sólo servía para que se odiara a sí mismo. Era hora de terminar con aquella charada.


-Yo quiero a Chris, Pedro. Pero no es mi marido. Me divorcié hace años.


-¿Qué? ¿Y entonces quién demonios es Chris?


-Es mi hermano.- contestó Paula mientras subía al tren.


Pero mientras buscaba su asiento, estaba segura de que no podría olvidar la expresión furiosa de Pedro.




2 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyy al fin le dijo que era el hermano. Lástima que Pedro se puso como se puso. Está buenísima esta historia.

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