viernes, 22 de febrero de 2019

PAR PERFECTO: CAPITULO 38




Damian siempre había presumido de ser muy rápido con las mujeres, que según él, lo perseguían sin descanso. Pedro sabía que era mentira. Pero allí estaba, bajo la luz de la farola, con Paula entre sus brazos. Bastardo.


Pedro había oído la actuación de su hermano en el piso de arriba poco rato antes. Los había oído llegar por casualidad, no porque estuviera espiando, sino porque las paredes eran muy finas. Como se había puesto a trabajar en lugar de ver la tele, estaba en silencio, y cómo era verano, las ventanas estaban abiertas. Por eso Pedro oyó cómo Paula reprendía a su hermano por su jueguecito. No le importó.


Pero ahora lo apuñalaba por la espalda... Pedro los miraba abrazarse y sonreírse. Lo siguiente sería el beso. 


Entonces Pedro se sintió completamente asqueado y se apartó de la ventana. Unos segundos después, cuando volvió a asomarse, vio que Damian ya no estaba y que Paula caminaba hacia la puerta.


Sin pensarlo dos veces, dejó caer la cortina y salió por la puerta.




1 comentario:

  1. Uyyyyyyyyyyyyy, la que se va a armar me parece, va a encontrar al viejo, qué lío.

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