jueves, 11 de octubre de 2018

SUGERENTE: CAPITULO 22




Sin embargo, no pudo obligarse a hablar y cuando sonó su teléfono móvil, el momento se perdió. Paula asintió y lo abrió, con la esperanza de que fuera Lucia con un contrato de Maggie Winterbourne.


—Hola —dijo.


—¿Señorita Chaves?


—Sí.


—Soy un periodista de la revista On y su agente me dio su teléfono. Esperaba poder entrevistarla para un artículo que vamos a hacer sobre antiguas Miss Nacional.


—¿Algo del estilo de «dónde están ahora»?


—Exacto.


Se encogió por dentro ante la idea de contar dónde se hallaba ella en ese momento, pero de inmediato se animó. Podía conseguirle a Pedro una publicidad necesaria si glosaba su trabajo y mostraba su rango de presidenta ejecutiva de la gran tela de Pedro. Aunque fuera algo temporal, sabía que podía darle un buen impulso.


—Sería estupendo.


—¿Le parece bien ahora?


—Perfecto —convino.


La revista On tenía un número enorme de lectores. No podía ir mal que hablara con el periodista. En ese punto, no iba a tener que revelar demasiados datos. Sin duda sería un artículo de relleno.


Después de todo, se suponía que era ella quien debía tomar decisiones. Era la presidenta ejecutiva.


Y sabía que tenía la confianza de Pedro.


Y eso significaba mucho para ella.


Nada más colgar, el teléfono volvió a sonar.


—Paula, te he conseguido un trabajo, pero es en Puerto Rico. ¿Puedes pillar un vuelo desde Logan?


Miró la tela que tenía en las manos. Tendría que esperar.


—Sí, ¿a qué hora?


Lucia le dio los detalles del vuelo.


—¿Cuánto tiempo?


—Una semana. ¿Has recibido la llamada de On?


—Sí, ahora mismo.


—Bien. Eso puede generar algo de interés. Hablamos luego.


—Gracias, Lucia.


Después de preparar las cosas, llamó a Pedro, que le contestó con voz somnolienta. Le dijo lo que pasaba y le prometió que lo vería cuando regresara.



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