martes, 2 de octubre de 2018

A TU MERCED: CAPITULO 39




—Tengo que hablar con Pedro.


Giselle se levantó de un salto, colocándose frente a la puerta del despacho como un perro guardián dispuesto a atacarla.


—Me temo que está ocupado, pero le diré que quiere verlo.


—Es muy urgente.


Giselle se encogió de hombros.


—Lo siento —le dijo, con un brillo de malicia en los ojos—. Es un asunto muy importante y me ha pedido que no la dejase entrar.


Sí claro, pensó Paula. «Giselle lo sabe». Había intuido desde el principio que la odiaba y ahora veía que estaba en lo cierto. La ayudante de Pedro estaba involucrada desde el principio.


Pedro no se ha parado a pensar que yo podría descubrir lo «importante» que era ese asunto —replicó—. Estaba dispuesta a pedirle una explicación, pero me temo que no voy a esperar mientras él se queda con todo lo que es mío. Despídame de su jefe.


—Desde luego. ¿Quiere alguna cosa más?


Paula vaciló.


—Sí. Puede pedirme un coche para ir al aeropuerto. Estoy segura de que le alegrará mucho hacerlo.



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