martes, 21 de agosto de 2018
MILAGRO : CAPITULO 16
Pedro no era de los que escuchaban conversaciones telefónicas privadas, pero las ventanas de la casita estaban abiertas. Había estado fuera y al oír la voz dolida y decepcionada de Paula había sido incapaz de marcharse. La curiosidad y algo más lo habían mantenido inmóvil mientras duraba la conversación.
Sólo oía a Paula, pero era fácil adivinar que lo que su madre le decía no era lo que ella había esperado oír. Comprensible, teniendo en cuenta su drama.
No sólo iba a divorciarse de su marido, además estaba embarazada.
Pedro se frotó la cara. Un rato antes la había tenido en sus brazos y tenía que admitir que había deseado hacer mucho más. Paula Chaves lo desconcertaba. Era bonita, inteligente y sexy.
Pero su vida personal era un cúmulo de complicaciones.
La pregunta era si él quería ayudarla a solucionarlas. En otros tiempos se habría lanzado sin pensar en las consecuencias, dando rienda suelta a su corazón.
Pero había pagado su impulsividad. Y muy cara.
Así que lo pensó seriamente cuando Paula colgó y se alejó de la casita sin llamar a la puerta.
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