lunes, 4 de junio de 2018

HIJO DE UNA NOCHE: CAPITULO 27




Paula se mordió los labios. Pedro, cuya fuerte personalidad había sido predecible sólo en un aspecto de su relación, ahora respondía de una manera extraña. Había dicho que se alegraba, incluso más que eso. Pero no parecía alegre en absoluto.


La idea de que pudiese haber cambiado de opinión después de todo hizo que se sintiera enferma. ¿Habría hecho todo aquello con la convicción de que seguiría rechazándolo? ¿Habría sido sólo una fachada, para quedar bien? 


Había insistido muchas veces en que se fuera a vivir con él, pero tal vez ya había aceptado que sería algo temporal, hasta que naciese el niño.


Quizá su insistencia en ser independiente se le había contagiado y también él estaba de acuerdo en que no era necesario que el niño tuviese un padre y una madre.


—Creo que no he sido muy práctica hasta ahora. Si sigues queriendo que nos casemos estoy de acuerdo... pero con un par de condiciones.


¿Con un par de condiciones? Cualquiera diría que había amenazado con torturarla en lugar de ofrecerle una vida regalada.


—¿Y qué condiciones son ésas?


—Me doy cuenta de que sería un matrimonio de conveniencia, pero... espero que no tengas otras relaciones cuando te canses de jugar a las familias felices.


Pedro se levantó de la cama, intentando controlar su enfado.


‐¿Qué clase de persona crees que soy? ¿Crees que voy a engañarte en cuanto nazca el niño?


‐No he dicho eso. Pero temo que te aburras de mí y empieces a buscar diversión en otra parte...


‐Entonces. tendremos que hacer lo que sea para no aburrirnos, ¿no? —le espetó Pedro. Sabía que era un comentario desconsiderado y grosero, pero aquello no era lo que había esperado cuando imaginó que su plan daría frutos.


—¿Es una amenaza? —replicó Paula, airada—. ¿Tendré que hacer todo lo que tú quieras o te buscarás a otra?


—Estás poniendo palabras en mi boca y eso no me gusta.


—¿Ah, no? ¡Perdona que quiera poner ciertos límites en algo que afecta a mi vida!


—No estás poniendo límites, te estás preparando para el fracaso.


—No es así como yo lo veo y, si no te parece bien, tal vez lo mejor sea llegar a un acuerdo sobre la custodia.


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