viernes, 2 de diciembre de 2016

CONQUISTAR TU CORAZON: CAPITULO 26




Sara Beauchamp era una mujer de California, rubia y alta, que estaba casada con un comandante de la Marina. Ella era una enfermera civil y la directora de la Naval Ombudsman Association, un trabajo que, combinado con el de esposa y enfermera, le parecía demasiado a Paula. 


Sara había estado hablando un rato, pero en esos momentos se había puesto a jugar con Juliana.


Al lado de Sara estaba Sue Bradshaw, la directora del equipo LINKS, quien estaba casada con un sargento de Force Recon. Mientras que su hijo, Shawn, estaba divirtiéndose en el gimnasio del patio, el marido de Sue, Gary, estaba con Pedro y Daniel, el marido de Sara, junto a la barbacoa. María, una mujer que parecía tener respuesta para todas las preguntas, estaba sentada al lado de Paula. Era una marina retirada, y se encargaba del grupo Marine Key Volunteer Program que trabajaba en dos bases de la zona. Las mujeres eran una buena fuente de información, pero después de diez minutos escuchando abreviaturas y acrónimos, a Paula le daba vueltas la cabeza.


—De acuerdo, veamos, BX significa «Base Exchange», y PX, «Post Exchange» dijo Paula.


—Así es —dijo Maria.


—MP significa «Military Police», MWR significa «Morale Welfare and Recreation», y eso incluye guarderías, gimnasios, tiendas, teatros. ¿Y qué es TMO?


—«Traffic Management Office». Son los supervisores de la intendencia, los transportistas de mercancías. Es la gente que te organiza la mudanza.


—¿Lo hacen todo?


—No. Una tiene que rellenar mil papeles, pero ellos hacen cosas estupendas como ir a controlar a los de la mudanza. Y actúan si rompen algo o empaquetan mal alguna cosa.


—Y a veces, una tiene que hacerlo todo sola si su marido está fuera del país —dijo María—. Mi marido está destinado en estos momentos.


—Yo puedo arreglármelas sola.


—Bien, porque con el trabajo de Pedro seguro que tienes que hacer cosas sola más de una vez.


Paula estaba aprendiendo más en una sola tarde de lo que creía que podría aprender en un año. Las mujeres le habían llevado manuales y libros sobre cómo ser la esposa de un oficial, de protocolo, y cambio de tareas. «Voy a estar leyendo toda una semana», pensó ella.


—Eh, Alfonso, ¿necesitas que un marine te enseñe cómo cocinar un filete? —gritó Sue.


—La Marina puede hacerlo —dijo Pedro—. Además, tenemos uno, pero no sé muy bien si sirve de algo.


—Estoy para recordarte que hay que darle la vuelta al filete —dijo el marido de Sue.


Sara pidió permiso a Paula para darle una galleta a Juliana.


—Pregunta y te enterarás —le dijo María a Paula—. Si Sara o yo no sabemos la respuesta, te diremos quién puede saberla.


—Y ven a LINKS —dijo Sue—. Te enseñan cómo ser la esposa de un militar. A veces, los miembros del servicio creen que no debemos saber nada o que lo sabemos todo después de tomar un café o de charlar en el economato.


—La cosa es que Pedro es agente secreto, y eso significa que las esposas no pueden enterarse de nada —dijo Sara—. Los mandan a misiones secretas, así que no esperes que te cuente dónde ha estado ni que ha hecho. Pasa lo mismo con los de Force Recon.


—Y se pasan años discutiendo sobre quién es más hombre —dijo Sue—. Yo nunca meto baza.


—Advertida »dijo Paula con una sonrisa.


—Cuando están de servicio, hay una cadena de información. Como yo soy del grupo Key Volunteer, recibo información directa del coronel y del sargento. Mi trabajo es mantener informada a las esposas y acallar los malos rumores —dijo María.


—Yo también —dijo Sara.


—¿Y cómo superáis el miedo? —preguntó Pau.


—No lo hacemos —dijo Sue—. Vivimos con él. Nuestro trabajo es asegurarnos de que cuando nuestros hombres se van a la batalla no se preocuparán por la casa ni por la familia. Tienen que saber que estaremos bien. Se aprende a lidiar con todo y con eficiencia militar.


Paula se rió.


—Siempre que pueda llamaros, estaré contenta.


—Bien —dijeron todas casi al unísono, y recogieron los manuales.


—Daniel conoce a Pedro desde la academia —dijo Sara—. Y sé que Gary y Pedro han trabajado juntos, pero ninguno te dirá en qué. ¿Y cómo conociste a Pedro?


—Su hermana es mi mejor amiga. Había oído hablar mucho de él, pero no lo conocí hasta dos semanas antes de la boda de Lisa.


—Debió de ser horrible enterarte de que estabas embarazada cuando no podías contactar con él.


Paula había sido sincera con las mujeres desde el momento en que Pedro les dijo a sus amigos que estaba casado y que tenía una hija.


—No fue fácil, pero me las arreglé bien.


—La auténtica mujer de un oficial —dijo Sue—. Mi marido tampoco estuvo cerca durante uno de mis embarazos. Se marchó cuando no se me notaba y regresó tres días después de que naciera nuestro segundo hijo. No es que yo tuviera muchas ganas de retozar, si entiendes lo que te quiero decir.


Paula sonrió y pensó cómo habían sobrevivido tan bien. 


Quería llegar a formar parte de ese grupo de mujeres. Eran fuertes, desenvueltas y desprendidas. Miró a Pedro y la idea de tener más niños rondó por su cabeza. Había estado tomando la píldora desde que nació Juliana, pero la idea de tener otro hijo no la asustaba tanto como creía. Podía compartir el peso de la familia.


—Oh, recuerdo esa mirada —dijo Sara al ver que Paula no apartaba la vista de Pedro.


El también la miraba lleno de deseo.


—Aprovecha ahora que puedes, cariño —dijo Sue—. Tenemos que hacer que dure para sobrevivir a la llegada de los malos tiempos.


Paula se puso en pie y se acercó a Pedro. Los otros hombres se retiraron un poco, y Paula abrazó a Pedro y lo besó.


El grupo comenzó a gritar y a aplaudir


—¿A qué viene esto? —preguntó Pedro entre risas.


—Gracias por haberlas invitado —susurró ella.


—Pensé que presentarte a las mujeres sería mejor que contártelo yo todo.


—Así es —dijo ella sin soltarlo—. Ahora —dijo mirando a los hombres—, quiero saber por qué los marines forman parte de la Marina.


—Necesitamos que alguien nos lleve a la guerra —contestó Gary.


Paula soltó una carcajada. Pensó que quizá sentiría miedo por Pedro, pero que ella estaría bien cuidada… Su familia acababa de ampliarse.






1 comentario:

  1. Buenísimos los 3 caps. Qué bueno que las otroas mujeres la recibieron re bien a Pau.

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