domingo, 10 de julio de 2016

¿ME ROBARÁS EL CORAZON?: CAPITULO 24






–Tenemos que hablar –Paula se sentó en la cama, se apartó el pelo de los ojos y miró al hombre desnudo tumbado a su lado en todo su esplendor.


Él soltó una carcajada.


–¿Por qué las mujeres siempre tienen que hablar después del sexo?


–¿Qué pasa con Jean Luc?


Pedro suspiró y se encogió de hombros.


–Se ha ido, querida. Ni siquiera él es tan tonto como para quedarse en la isla sabiendo que conocemos su presencia aquí.


–Eso ya lo sé. Lo que quiero saber es qué vamos a hacer ahora.


–¿Sobre qué?


–Nuestra farsas. Tu familia sabe la verdad, Jean Luc se ha ido. ¿Qué hacemos ahora?


Él se apoyó en un codo, le tomó la mano y le acarició los nudillos con el pulgar.


–Lo que habíamos planeado al principio. Ya no tenemos que mentirle a mi familia, pero yo todavía tengo que vigilar la exposición de joyas para la Interpol.


–¿Y después?


–Después buscamos a Jean Luc, recuperamos tu collar y tú me das las pruebas que guardas todavía contra mi familia. No ha cambiado nada, querida –le sonrió y tiró de su mano hasta que se acercó más. Entonces la colocó debajo de él y se inclinó para prestar atención a sus pechos.


Ella suspiró y alzó la cabeza para mirar cómo le succionaba los pezones. En medio del placer, no pudo por menos de pensar: «Estás muy equivocado, Pedro. Ha cambiado todo».






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