sábado, 26 de diciembre de 2015

UN TRATO CON MI ENEMIGO :CAPITULO 24





Todo está saliendo como esperabas?


Paula se giró y sonrió a Eric.


–¡Es mucho más de lo que esperaba! –le sonrió al aceptar una copa de champán.


Había unas doscientas personas en la muestra privada; todos los hombres llevaban traje y las mujeres resplandecían con sus vestidos de noche y sus caras joyas. Montones de camareros circulaban entre ellos con bandejas de canapés y copas de champán, y enormes centros de flores perfumaban la brillantemente iluminada sala.


Ella había optado por un sencillo vestido negro por encima de la rodilla y las únicas joyas que lucía eran una sencilla pulsera de plata y un relicario, ambos regalos de su madre.


Su sonrisa se desvaneció al pensar en ella, en lo mucho que le habría encantado todo eso, y en lo orgullosa que se habría sentido de su éxito, pero Paula no se había atrevido a contarle nada sobre la exposición.


Como era de esperar, los hermanos Alfonso estaban increíblemente guapos, pero para ella el hombre que más destacaba entre todos los de la sala era Pedro. Su hipnótico aspecto la obligaba a mirar hacia donde estaba charlando con David Simmons; era como si tuviera un imán. 


El corazón se le aceleró al oír sus carcajadas. Un corazón que sufría. Sufría por estar con él. Por hacerle el amor, aunque fuera una sola vez.






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