viernes, 23 de octubre de 2015

EL DESAFIO: CAPITULO 17




A Paula le resultó intimidante no solo tener a uno, sino a dos, de los hermanos Alfonso mirándola. O, mejor dicho, solo era uno el que la miraba de modo intimidante, ya que la atención de Miguel estaba más centrada en su padre.


Pero, sin duda, los hermanos Alfonso eran los hombres más guapos esa noche, con sus perfectos trajes negros y sus resplandecientes camisas blancas resaltando sus musculosos hombros y sus tonificados cuerpos.


Intentó deliberadamente retrasar el momento de mirar a Pedro entreteniéndose mirando a su hermano mayor, pero cuando finalmente se giró hacia él, vio un brillo de furia en esos ojos dorados. Unos ojos depredadores que la atraparon y atravesaron con una penetrante frialdad.


¿Qué demonios le pasaba? Sí, habían acabado mal el día antes y no habían vuelto a hablar desde entonces, pero ¿de verdad tenía que dejar ver ante todos los presentes la tensión que existía entre ambos? ¿Ante su padre? ¿Ante su hermano?


Lo siguiente que hizo pareció confirmar que así era.


–Si me disculpan, caballeros, tengo que robarles a Paula unos minutos –dijo con decisión sin esperar a que ninguno de los dos respondiera y agarrándola de las muñecas antes de echar a andar hacia la puerta.


Paula, subida a esos tacones tan altos, avanzaba detrás de él con dificultad.


–¡Estás montando una escena, Pedro! –le susurró al ver miradas de curiosidad a su alrededor.


–A lo mejor preferirías que montara una escena aún mayor llevándote contra esa pared y tomándote ahí mismo, delante de todo el mundo.


–¡Pedro!


Paula no estaba segura de si ese grito había sido uno de indignación o de deseo por que hiciera justo lo que había descrito. Sin embargo, tenía la sensación de que era lo último.







No hay comentarios.:

Publicar un comentario