miércoles, 27 de octubre de 2021

SIN ATADURAS: CAPÍTULO 28

 

Paula se sentía avergonzada e incómoda mientras se ponía el traje de baile. Pedro la estaba evitando. Aquella mañana había visto cómo agachaba la cabeza al ver que ella alzaba la mirada hacia las ventanas desde el jardín. También había visto cómo se había dado la vuelta en cuanto la había visto en el otro extremo de uno de los largos pasillos del estadio. De manera que estaba claro que había metido la pata hasta el cuello. Pedro no estaba en lo más mínimo interesado en ella; tan solo se había limitado a flirtear un poco para divertirse. Y ahora que conocía su pasado, probablemente temía que fuera demasiado frágil y pudiera volverse tan loca como su ex.


–¿Lista? –preguntó Carolina a la vez que echaba atrás su melena con un movimiento de la cabeza.


Paula asintió sin decir nada. Estaba claro que debía haber hecho más caso a la advertencia de Carolina sobre Pedro.


Pero en aquellos momentos debía enfrentarse a su primera noche de baile como una Silver Blade. Se miró en el espejo, tratando de convencerse de que si no se reconocía a sí misma, nadie más lo haría y, por tanto, no pasaría nada si hacía un completo ridículo en la pista. Pero estaba aterrorizada; toda su confianza se había esfumado. Trató de respirar profundamente, pero lo que necesitaba era aire fresco, no las nubes de laca acumuladas en el vestuario de las Blade.




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