miércoles, 18 de agosto de 2021

QUIERO TU CORAZÓN: CAPÍTULO 19

 


Para el modo de pensar de Pedro, la despedida de soltero de Darío fue un gran éxito. Bajo el pretexto de organizar una fiesta sorpresa para otro médico, Mauricio había logrado reservar la última incorporación del novio a su cadena de restaurantes, The Rib Shack, para la velada.


Aparte de Pedro, Mauricio, Rodrigo y Gastón, muchos más amigos de Darío llenaron la sala privada de banquetes. La única ausencia fue la de su hermano, Damián.


—No sé lo que esto dice sobre mi inteligencia o tu ingenuidad, amigo mío —celebró Mauricio—, pero me alegro de que te lo estés pasando bien.


—Disfrútalo mientras puedas —continuó Rodrigo, que llevaba años divorciado—. En cuanto te pongas la cadena y la bola de metal, puedes despedirte de tu libertad.


Quizá la separación de su único hijo lo había vuelto amargado. O tal vez se debía a los cambios acaecidos en Thunder Canyon desde que se encontrara una veta de oro nueva en la vieja mina abandonada. En más de una ocasión había dejado claro que le gustaba la zona tal como había estado siempre. Fuera como fuere, parecía haberse vuelto más cínico con el tiempo.


—Oh, no le hagas caso —le dijo Gastón—. Ailín es dulce y deliciosa y encima es preciosa. Tienes suerte de estar con ella.


Hacía años que Gastón y Rodrigo eran amigos, pero últimamente daba la impresión de que no se llevaban muy bien. Esa noche, la tensión entre ambos era casi palpable. Pedro se preguntó si era el único en notarlo.


—Gastón tiene razón —se sintió impulsado a añadir—. Además, muchos matrimonios salen bien.


Mauricio le dio un codazo en el brazo.


—Las palabras de un hombre enamorado —se mofó su hermano—. ¿Quién es? Puedes decírnoslo.


—Estás loco —repuso Mauricio.


Se sintió aliviado cuando volvió a hablar Rodrigo, apartando la atención de él.




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