miércoles, 5 de mayo de 2021

FANTASÍAS HECHAS REALIDAD: CAPITULO 16

 


Hacía demasiado tiempo de la última vez que había practicado el sexo. Ésa tenía que ser la razón de aquella reacción desproporcionada que estaba teniendo, se dijo. Y a juzgar por el fuego que había en los ojos de ella, parecía que Paula estaba sintiendo lo mismo.


Pedro estaba empezando a darse cuenta de que tenían algo más en común que aquella fuerte atracción. Los dos habían salido escaldados de un matrimonio que había sido un desastre, los dos se habían volcado en el trabajo, y ninguno de los dos quería una relación seria que pudiera traer complicaciones a su vida.


¿Por qué no dejarse llevar entonces por esa atracción? Sí, podría funcionar, sólo sexo, sin complicaciones, sin ataduras. Había un segundo dormitorio vacío donde no despertarían a los niños, y desde lo suyo con Pamela siempre llevaba preservativos encima. Con un embarazo inesperado ya había tenido bastante.


Además el ambiente no podía ser más romántico, con la luz de la luna bañando el balcón, y Paula no llevaba demasiado debajo del albornoz. ¿Por qué no tantearla?


Tomada la decisión, Pedro sacó la rosa del jarroncito que había en medio de la mesa, y deslizó el rojo capullo por la nariz de Paula, que parpadeó sorprendida, pero no dijo una palabra ni se movió. «Qué diablos», pensó Pedro. Y, envalentonado, trazó el contorno de sus labios con el capullo antes de inclinarse hacia delante y besarla.



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