No podía amarla, pero tampoco podía dejar de hacerlo
Se suponía que solo debía disuadir a Paula Chaves de seguir adelante con sus planes de convertirse en reina. Quizá aquella bella madre soltera pensaba que iba a casarse con el padre de Pedro Alfonso, pero el príncipe Pedro iba a hacer todo lo posible para evitarlo.
Sin embargo, en cuanto conoció mejor a la encantadora estadounidense y a su pequeña, Pedro se vio inmerso en un mar de dudas. Aquella mujer no era ninguna cazafortunas y empezaba a creer que su hija y ella podrían hacerlo feliz. Para ello debía impedir que se marchase de su lado, aunque eso supusiera poner en peligro la relación con su padre.
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