viernes, 5 de marzo de 2021

UN EXTRAÑO EN LA CAMA: CAPÍTULO 51

 


John aceptó todos sus consejos y solo puso pegas cuando Julia intentó que sacase la enorme televisión del salón.


—Me niego —le dijo él—. Me gusta ver los partidos aquí. Me gusta hacer vida en el salón, es donde está la chimenea, está cerca de la cocina. La televisión se queda aquí.


—De acuerdo —respondió Julia.


Al fin y al cabo, era su casa y la había convencido con su argumentación.


Iban de camino a un mexicano donde iban a cenar cuando pasaron por delante de una tienda de ropa para hombres. Julia miró el escaparate y luego a su acompañante y se preguntó si podía hacerlo.


—John —empezó.


—No me gusta cómo me estás mirando. No pienso comprar tres jarrones idénticos para colocarlos encima de la chimenea.


—No, no es eso. Solo me estaba preguntado si te apetecería entrar en esa tienda.


—¿Para qué?


Ella se encogió de hombros.


—Para nada. Creo que esos vaqueros te sentarían muy bien.


No consiguió engañarlo.


—¿Estás intentando redecorarme a mí también?


Julia se mordió el labio inferior. ¿Podía decirle la verdad? Decidió ser sincera, ya que eran amigos y no amantes.


—No pretendo ser grosera, pero estarías mucho mejor. Tienes buen cuerpo, pero esa ropa que llevas no te favorece.


—Estoy cómodo.


—Pero ahora que estás soltero, deberías prestar más atención a tu aspecto. Solo pruébatelos.


Le hizo entrar en la tienda y lo metió en un probador con varios pantalones vaqueros, jerséis y camisas.


John salió con unos vaqueros que le sentaban bien y Julia no pudo evitar admirar la diferencia.


Lo obligó a mirarse a un espejo.


—¿Ves cómo estás mucho mejor?


—Sí, pero estos vaqueros cuestan casi tanto como ese sofá que me has hecho comprar.


No obstante, lo dijo sonriendo.


Media hora después, Julia lo había convencido para que se comprase unos vaqueros, unos pantalones negros para salir, una camisa, un jersey y unos zapatos de piel.


—Cerca de mi despacho hay un buen peluquero. El dueño se llama Felix, podría…


John levantó una mano.


—Ya vale. Yo creo que por hoy ya está bien.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario