viernes, 21 de agosto de 2020

EL HÉROE REGRESA : CAPÍTULO 50





Paula tuvo problemas para concentrarse aquella tarde y pasó más tiempo mirando la pared que catalogando la colección de arte del profesor Alfonso. 

El inventario no era tan importante al estar mejorando él y habían hablado sobre ello durante la mañana. Joaquin había decidido que evaluar la colección era una buena idea y le había pedido que continuara.

—Venid todos —llamó Pedro desde el piso de abajo—. ¿Estáis listos para una sorpresa?

—¿Qué clase de sorpresa? —contestó Paula.

—Helados con refresco ¿Te acuerdas de cuando los hacían en el colegio?

—Me acuerdo —Paula no añadió que nunca tenía dinero para comprarlos.

—Entonces baja. Se hacen así —dijo mientras sacaba vasos largos del congelador—. Hay que tenerlo todo muy frío, porque parte del refresco se debería congelar al echar el helado. En el colegio nunca lo hacían bien porque el refresco estaba templado y el helado medio derretido antes de que los juntaran.

La diversión duró hasta que sonó el timbre y Paula recordó su visita al alcalde.

—Yo abriré —dijo Pedro.

Sus dudas se disiparon cuando siguió a Pedro al vestíbulo y vio a Guillermo Jenkins a través del cristal de la puerta de entrada.

—¿Qué demonios? —Pedro abrió la puerta sorprendido—. ¿Qué desean, señores?

—Buenas tardes. A lo mejor no me recuerdas, Pedro, soy Guillermo Jenkins, el alcalde de Divine.

—Te recuerdo. Os recuerdo a todos —dijo Pedro mirando a Teo Davis.

Paula no pudo aguantar los nervios y se fue al jardín.



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