martes, 23 de junio de 2020

A TODO RIESGO: CAPITULO 28




Paula se retiró un poco para examinar atentamente el árbol de Navidad.


—Está torcido.


Pedro bajó la guirnalda de luces que acababa de sacar del paquete.


—¿Qué eres tú? ¿Una crítica oficial de los árboles de Navidad? —le preguntó, acercándosele.


—Detesto las cosas torcidas. Me entran ganas de enderezarlas cada vez que paso delante de una.


—A mí no me importaría, siempre y cuando no se te cayese encima —repuso, pero se agachó para colocar bien el tronco en su base.


De repente, Paula se descubrió a sí misma contemplando su trasero. Pedro Alfonso era un hombre muy sexy, sin duda alguna.


—Avísame cuando esté derecho.


—Un poquitín a la izquierda. Así. Perfecto.


—Estupendo —se incorporó, pasándose las manos por el pelo—. Yo pongo las luces si tú preparas las palomitas y el chocolate caliente.


—Las palomitas te quitarán el apetito para la hora de la cena.


—Lo dudo. Además, podemos cenar tarde. Yo cocinaré.


—¿Quieres decir que abrirás tú sólito la lata de sopa?


—Qué cruel eres.


Paula fue a la cocina y metió el paquete de palomitas en el microondas; luego se agachó para sacar un cazo del armario inferior. 


Agacharse era difícil, pero mucho más lo era volver a enderezarse. Mientras se calentaba la leche, preparó una mezcla de cacao, azúcar y vainilla y pensó de nuevo en la llamada de su madre. Joaquin y su madre. Qué ironía.


Rápidamente desechó aquellos pensamientos. 


Quería disfrutar de aquella noche, quería pasar un par de horas decorando un árbol de Navidad sin pensar en asesinos ni en bebés sin madre. 


Miró por la ventana. Se estaba poniendo el sol, tiñendo las nubes de amarillo y naranja. Las notas del viejo villancico de Bing Crosby llenaban la casa de magia y de recuerdos. Le encantaba el olor a palomitas y chocolate. Y un sensual agente del FBI llamado Pedro Alfonso estaba colgando las luces en el árbol de Navidad del salón.


Todo aquello le parecía un escenario verdaderamente surrealista, pero disfrutaría del mismo por lo menos durante el tiempo que tardaran en decorar el árbol.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario