martes, 5 de mayo de 2020

SU HÉROE. CAPÍTULO 18




—Cuento con un experto en seguridad personal que podría ocuparse perfectamente de esta misión, Otis —Pedro estaba sentado en uno de los sillones de cuero del despacho de Paula—. Yo ya no estoy tan centrado en ese tema porque estoy ocupado en otros aspectos de la empresa, de manera que él está más al día que yo.


Esperaba que Otis Chaves dudara al menos unos segundos antes de contestar, pero no fue así.


—No, Pedro. Quiero que te ocupes tú personalmente —dijo Otis. De pelo canoso, pero aún en forma, debía tener poco más de setenta años —. Consulta lo que sea necesario con tu experto, pero quiero que seas tú quien se haga cargo de la seguridad de mi hija.


El padre de Paula habló en el tono enérgico y ligeramente tenso de un hombre con una apretada agenda.


—De acuerdo, señor. Aprecio su confianza.


Pedro miró de reojo a Paula y vio que se encogía casi imperceptiblemente de hombros, como diciendo «al menos lo has intentado». 


Llevaba un vestido de premamá azul marino y estaba claramente cansada, pero no temblorosa y enfadada como el viernes, cuando había encontrado su coche con las cuatro ruedas pinchadas. Otis miró su reloj.


—Tengo otra reunión dentro de un rato. ¿Podéis ocuparos entre los dos de elaborar un plan?


—He traído algunas notas —dijo Pedro.


—Quiero informes sobre vuestros avances, Alfie, porque mi hija puede ser muy testaruda cuando quiere.




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