viernes, 6 de marzo de 2020

ANTES DEL AMANECER: CAPITULO 8






Paula procuró no soltar la bolsa de la compra mientras cerraba con llave la furgoneta. Caminar por el sendero a la luz del día no resultaba tan difícil como de noche, pero fácil tampoco era. Y la pasarela constituía un gran desafío. 


Sobretodo cuando iba cargada de bolsas y con la niña.


Acababa de tomar a Kiara de la mano cuando de repente se quedó inmóvil. Había escuchado claramente el rumor de unos pasos en el bosque.


Allí estaba. Pedro Alfonso. Alto, sudoroso, con el cabello cubriéndole el rostro, las botas llenas de barro. Y la mirada oscura y sombría como la noche…


Tenía una hoz en la mano derecha. Parecía un auténtico demonio sacado de la peor de las pesadillas. Sólo que Paula estaba perfectamente despierta…




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