jueves, 18 de julio de 2019

INTENTO DE MATRIMONIO: CAPITULO 11




Pedro se despertó sobresaltado; luego, gimió y descargó un puñetazo contra la almohada. El teléfono sonó de nuevo. Lo descolgó rápidamente antes de que volviera a sonar.


—¿Es que una sola noche de sueño es pedir demasiado? —pronunció, furioso.


—Sí. Ah, por cierto. Buenos días.


Era su compañero.


—¿De qué se trata esta vez?


—Freddy ha vuelto a las andadas.


—Otro cadáver no, por favor...


—Eso me temo. Todavía no hay detalles, excepto que se trata de una mujer de raza caucasiana, probablemente de veintitantos años. Asesinada de la misma manera que las otras tres. Su cuerpo ha aparecido a menos de tres kilómetros de donde fue encontrado el último.


Se le encogió el estómago. La gente pensaba que los policías estaban familiarizados con la muerte, como si no los afectara. No era cierto.


—¿Cuánto tiempo llevaba muerta?


—Es un asesinato reciente. Probablemente la mataron durante la noche. Se trata de un dato oficioso, por supuesto.


Pedro ya había perdido el sueño.


—Dentro de cinco minutos pasa a recogerme.


—Estoy a diez de tu casa.


—Entonces hazlo en siete —cortó la comunicación y se puso los pantalones. 


Mientras lo hacía, pensó que algún maldito asesino debía de andar por ahí fuera... probablemente durmiendo a pierna suelta en aquel preciso instante.




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