miércoles, 20 de febrero de 2019

PAR PERFECTO: CAPITULO 31




Paula esperó un momento, pero como Pedro no hizo ademán de moverse, empezó a cerrar la puerta muy lentamente ante él. Después pegó la oreja a la puerta y contuvo la respiración. Se quedó allí varios minutos escuchando su silenciosa presencia hasta que oyó algo parecido a un suspiro y después pasos alejándose escalera abajo.


Paula se mordió el labio inferior y sacudió la cabeza. Se dejó caer en el suelo allí mismo y se abrazó las piernas con los brazos, descansando la barbilla sobre las rodillas.


Sabía que Pedro estaba pasando por un conflicto emocional, que aquel caso había sido muy duro para él y que la fuerte presión a la que lo sometía su trabajo había acabado por afectarlo. Todo ello lo habría llevado a buscar su ayuda esa noche.


Lo mejor era dejarlo marchar y dejarle ordenar sus ideas durante la noche antes de hacer nada más. Y es que había una cosa que sabía a ciencia cierta, y tan segura estaba que apostaría su vida: él le había devuelto el beso.



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