viernes, 15 de febrero de 2019
PAR PERFECTO: CAPITULO 13
Mientras recogía, Paula pensó que al haber crecido con un hermano mayor, tal vez Pedro no sabía cómo tratar a las niñas pequeñas, pero después se dio cuenta de que nunca lo había visto con un niño pequeño, así que no podía establecer una comparación.
Entonces se dio cuenta de que nunca, desde que eran amigos, lo había visto interaccionar con niños, ni se había acercado al patio cuando ella estaba cuidando a su clase. Nunca lo había pensado hasta entonces pero... ¿Acaso Pedro evitaba ir a la escuela cuando estaban allí los alumnos? ¿Se portaba Pedro de aquel modo tan tímido y extraño con todos los niños?
Pero eso tampoco tenía por qué ser malo, se dijo Paula, saliendo de su ensoñación y metiendo unas carpetas en su bolsa. A mucha gente no le gustaban los niños.
No era nada importante, y sin embargo, por alguna extraña razón, la molestaba.
—Pedro, ¿no te gustan los niños? —no pudo contenerse más.
Él se giró para mirarla y no dijo nada.
—No importa —añadió ella—. No importa, es sólo que...
—Claro que me gustan —dijo él, pero sonó forzado, como si no pudiera convencerse ni a sí mismo.
—De acuerdo —respondió ella en voz baja.
—Vamonos —dijo Pedro, echando a andar hacia la puerta. Salió primero y no la esperó, como era su costumbre.
Mientras cerraba la puerta, Paula sintió un escalofrío al verlo caminar mirando al suelo, igual que un niño al que mandan al despacho del director. Él no se dio cuenta de que Paula no estaba a su lado; ni siquiera miró hacia atrás.
Aquel cambio de humor... ¿había sido por la niña? ¿Por qué?
Nunca había pensado que su mejor amigo tuviese secretos con ella, pero de algún modo, averiguaría qué era.
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