jueves, 14 de febrero de 2019

PAR PERFECTO: CAPITULO 11




Pedro puso a Damian al corriente de los planes de Paula, sintiéndose cada vez más ofendido. 


Cuando le dijo que le había pedido que él le filtrara las citas, Damian echó a reír.


—Desde luego, te tiene calado. De hecho, es incluso divertido.


—No lo es. No es divertido estar en una punta del videoclub sabiendo que en la sección de películas extranjeras hay un extraño babeando por ella.


Su hermano lo estudió con la mirada.


—¿No crees que esto te está afectando demasiado? Probablemente sea una fase y pronto se calmará. Es lista y sabe que no se puede encontrar marido en un mes, y menos cuando se busca. Sigúele el juego hasta que se canse.


—Ya estoy siguiéndola en este juego estúpido y repugnante. Y tienes razón: es lista, por eso me pone enfermo ver cómo los hombres la miran como si fuera un pedazo de carne. Es muy desagradable.


—Creo que estás haciendo una montaña de un grano de arena.


—Tal vez. Ayer me pasé todo el día pensando en ello. Lo que no entiendo es por qué estoy así. Es su vida, después de todo.


—Justo. De hecho, en lugar de criticar a Paula —dijo con cautela—, tal vez deberías aprender de ella.


Pedro miró la sonrisa de chico travieso de su hermano.


—¿A qué te refieres?


—A que tal vez también sea hora de que tú empieces a buscar a alguien que te haga feliz.


—¿Y quién dice que no lo soy ahora?


—Bueno, yo sólo digo que... —empezó Damian.


—Además —interrumpió Pedro, levantándose del banco a toda prisa—, tengo mucho trabajo. 


Y empezó a andar camino de la estación donde tomaría el metro para volver a su oficina del centro. Su hermano lo siguió.


—Es cierto que estás muy ocupado. Ocupado cuidando de todo el mundo, además de mí y de Paula; por eso te fastidia que no haga caso de tus sabios consejos. Estás tan ocupado con el resto de la gente del planeta que no tienes tiempo par ti. O para una novia. ¿Me equivoco?


—No demasiado. Las novias suponen mucho esfuerzo.


—Te encanta esforzarte.


—No es por eso. El problema es que todas las mujeres de treinta años andan por ahí buscando comprometerse, y ahora Paula es parte del club. No quiero verme implicado en ese lío. En absoluto.


—¿Hablas en serio?


—Completamente. No quiero formar una familia. No quiero hijos. Me niego a tener hijos. Y además, tú deberías entenderlo perfectamente.


Damian se detuvo y miró a su hermano.


—¿No puedes olvidarte de eso? Se acabó, Pedro. Hace años que se acabó. Papá ya no puede hacernos daño.


—Te equivocas. Papá ya no está, pero seguimos llevando su sangre y en el fondo somos como él. Nosotros no podemos creerlo, pero es genético.


—No, Pedro. No somos como él. Elegimos marcharnos. Yo también pasé por eso. Era una persona horrible, pero no tiene nada que ver conmigo y yo puedo elegir ser una buena persona, al igual que tú. No te niegues a ti mismo pensando que eres como él, porque tú también puedes tener una familia, una esposa...


—No quiero seguir hablando de esto, Damian. Tal vez debieras estudiar psicología en lugar de periodismo.


Damian se enfrentó a él con voz más dura y le dijo lentamente:
—No eres como él —repitió—. Y mira lo que te estás haciendo a ti mismo. Estás dejando que esto se interponga entre Paula y tú.


Pedro le resultaba muy difícil mirar a Damian, que había pasado lo mismo que él, a los ojos. 


Suspiró y siguió andando. Anduvieron unos minutos en silencio hasta que dijo:
—Tienes razón. Tal vez sea eso y sólo estoy celoso de Paula por salir a buscar su sueño. Es un sueño normal, que todo el mundo tiene y yo no me puedo ni plantear.


—No me refería a eso.


—¿Entonces a qué? —acababan de llegar a la estación de metro.


—Tú y Paula... —Damian sacudió la cabeza—. Déjalo. Intenta no hacérselo pasar mal. Como has dicho, lo que está haciendo es lo más natural. No necesita que la agobies.


—¿Al igual que te agobio a ti?


—Yo soy tu hermano. Tengo que aguantarme.


—Pasaré por tu casa el jueves —dijo Pedro, pasando al otro lado del torno de entrada al andén.


—Ya lo sé —Damian se alejó pero Pedro pudo oírlo—. Animal de costumbres.




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