miércoles, 7 de junio de 2017

LA BUSQUEDA DEL MILLONARIO: CAPITULO 16





¿Qué había hecho?


Paula cerró los ojos y se apretó contra Pedro para que él no viera su rostro. Demasiado tarde.


En aquella ocasión, había esperado que su relación se desarrollara a un ritmo más pausado. Había esperado permitir que los sentimientos maduraran más lentamente, que llegaran al punto en el que el compromiso sería posible en todos los aspectos y no solo en el plano sexual.


Contuvo una carcajada de desesperación. Lo había estropeado todo. No había tardado ni veinticuatro horas en meterse en la cama de Pedro.


—Paula… ¿Te encuentras bien?


—En realidad, no —respondió. Forzó una sonrisa y habló en tono de sorna—. Estoy algo confusa sobre una de las subcláusulas de tu tercera condición. Tal vez podrías explicármela con más detalle.


Él se echó a reír. Parecía más relajado de lo que ella lo había visto nunca.


—¿Cuál es la que no has comprendido? —preguntó mientras deslizaba las manos por la pierna de ella y entraba en territorio bendecido por la húmeda calidez femenina—. ¿Esta?


—Esa justamente —replicó ella. Le devolvió el favor acariciándole a él el miembro—. Y creo que esta es otra.


—Ah, bueno. Esa cláusula en particular te la puedo explicar con todo detalle…


Paula sonrió a pesar de que sus sentimientos estaban más desbocados que nunca y se negaban a que ella los contuviera.


—Me gustaría… Me gustaría mucho…




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