jueves, 28 de enero de 2016
A TRES PASOS: CAPITULO 12
Entraron en urgencias y lo llevó hasta Leticia. Se abrazaron y Leticia se echó a llorar. Paula se emocionó al ver a Pedro apretándola contra él y besándola en la sien. Ella era una de las pocas personas que formaban parte de su vida y no podía perderla. Tragando saliva cogió su bolso de encima de la camilla y susurró.-Vuelvo ahora.
Fue hasta el vestuario y se puso un pijama. Cuando salió se encontró con Malena mientras se hacía una coleta- Ni hablar- dijo su amiga cogiéndola del brazo- Hay personal de sobra y tú estás convaleciente.
-Voy a ver a Brian y tengo que encargarme de Leticia que está muy asustada.
Su amiga bufó dándose por vencida.- Está bien, te acompaño.
-Como en los viejos tiempos- dijo sonriente.
-Igualito.- respondió irónica.
-No seas aguafiestas.
Entraron en la sala donde le estaban haciendo el tac a Brian.- ¿Qué tenemos?
El técnico y Martin estaban mirando la pantalla. –Tiene cuatro costillas rotas, rotura de bazo y un hematoma subdural.
-Mierda. Llama a neurocirugía para la consulta- dijo mirando la pantalla.- Yo creo que se reabsorberá sólo, ¿tú qué opinas?
-Lo mismo. Lo mejor es operar el bazo enseguida para retener la hemorragia interna.
-Sí, es lo mejor- dijo Malena mirando las pruebas.- De todas maneras consultar con neuro.
-¿Orson trabaja hoy?
-Sí, le he visto en la cafetería.
-Él se encargará de Brian y lo dejará como nuevo- dijo yendo hacia el teléfono de la pared para que llamaran a Orson al busca.
Cuando su amigo revisó las pruebas- Que lo preparen, yo me encargo.- miró a Paula y suspiro- De verdad eres desesperante.
-¡No hago esfuerzos!
-¡Me han dicho que lo has reanimado! ¡Como te tenga que operar otra vez, me vas a oír!
-Sólo me voy a ocupar de un brazo roto. Una tontería.
Orson puso los ojos en blanco haciéndolos reír.
Cuando volvió a urgencias escuchó que alguien la llamaba- ¡Doctora Chaves!
Gimió dándose la vuelta y vio al jefe de residentes acercándose a ella como si quisiera desintegrarla del planeta.- Buenas noches, doctor Tarner. ¿Cómo se encuentra?
-¡Déjese de tonterías! ¿Qué hace aquí? ¡Usted está de baja!
-Sí pero mi sobrina ha tenido un accidente de moto y he venido a…
El hombre entrecerró los ojos- Usted no tiene sobrinas.
Sabelotodo, pensó ella buscando una salida- En realidad es sobrina de mi novio. Venga que se lo presento.
Como no la creía, la siguió hasta donde estaba Pedro, que hablaba con Leticia muy serio. En cuanto la vio la fulminó con la mirada- ¿Tú le organizaste esa cita? – le gritó dejándola atónita mientras varios los miraban.- ¿Quién coño te crees que eres para meterte en nuestras vidas?
Leticia le miró horrorizada- ¡No fue culpa suya! A mí me gustaba y…
-¡No la excuses! ¡Desde que la conocemos sólo ha causado problemas!- la señaló con el dedo- No se te ocurra volver a acercarte a Leticia ¿me oyes? ¡Es mi responsabilidad y desde ahora digo que no te volverás a acercar a ella!
El jefe de residentes pareció ofendido- ¿Y este es su novio? ¡No deje que la trate así, doctora Chaves!
-¿Su novio? –preguntó con desprecio. –No tocaría a esta entrometida ni aunque fuera la última mujer de la tierra.
-¡Tío!
Como no se esperaba ese ataque en ese momento, Paula palideció visiblemente y el jefe de residentes no sabía qué decir. –Cuando termine con ese brazo, váyase a casa a descansar, Paula.-dijo llamándola por su nombre por primera vez desde que la conocía- No tiene buen aspecto.
-Sí, doctor.- respondió casi sin voz sin poder mirar a Pedro.
Forzó una sonrisa hacia Leticia que la miraba atónita al borde de las lágrimas – Vamos a quitarte el vestido ¿vale? Pedro tienes que salir- susurró llevando la mano hasta la cortina dispuesta a cerrarla.
La chica miró a su tío que no se había movido y le exigió-¡Tienes que salir!
-Esperaré fuera.
Cuando salió, cerró la cortina y Leticia iba a decir algo, pero Paula negó con la cabeza- Te ayudo a quitarte el vestido. Quiero reconocerte.
Después de hacerle un reconocimiento completo y de suministrarle algo para el dolor pues lo que le habían puesto era poco, la llevó a rayos y vio que era una rotura limpia.
Martin estaba ayudando a Orson en el quirófano, así que tuvo que llamar a traumatólogo para que le colocara el hueso, pues ella no podía hacer esfuerzos. La acompañó en todo momento y habló con ella disimulando lo mal que
se sentía, mientras uno de los residentes de traumatología la escayolaba.
Una cosa es que discutieran en privado y otra muy distinta que la humillara en público. Malena ya debía de haberse enterado y entró en la sala cuando estaba ayudando a vestirse a Leticia. Le advirtió con la mirada que no dijera nada y su amiga que la conocía muy bien no abrió la boca. –Ya puedes irte a casa- dijo cogiendo los medicamentos que tenía que tomar para el dolor que le había recetado. –Malena, enseguida vuelvo.
-Aquí te espero- dijo en un tono que no admita discusión.
-¿No vienes a casa con nosotros?- preguntó la chica preocupada.
-Voy a quedarme con Brian.
-¿Me llamarás cuando salga de quirófano?
-Te lo prometo. –fueron hacia la salida lentamente porque Leticia estaba dolorida de los golpes y cuando salieron, allí estaba Pedro de pie esperando con los brazos cruzados. En cuanto las vio se acercó a toda prisa.-Ya está- dijo ella antes de que dijera nada- Tienes que darle una de estas pastillas cada ocho horas- dijo tendiendo el frasco- y dale esta para dormir. Quiero que descanse esta noche.
-Está bien.
Leticia le dio un beso en la mejilla sorprendiéndola- Gracias por estar a mi lado.
Sonrió con tristeza- De nada.
-Paula…- dijo Pedro.
-Tengo que irme- se dio la vuelta y pasó las puertas sin dirigirle la mirada. A toda prisa se acercó a la sala donde habían escayolado a Leticia y abrió la puerta sin entrar- Tengo que ir al quirófano.
Malena se acercó a ella y la cogió del brazo metiéndola en la sala –Orson y Martin se ocupan. El chico va bien. –la miró a los ojos –Ahora dime qué coño está pasando.
Se cruzó de brazos- Ya no pasa nada. Eso se acabó.
Malena se sentó en la camilla con una pierna colgando-Explícate.
-Tiene estrés post-traumático y me gustaba.
-Y pensabas que podías ayudarle y comer perdices.
Hizo una mueca por la crudeza de su amiga- Algo así.
Malena la observó atentamente- Dios mío estás enamorada de ese déspota, ¿verdad?
-¡No! ¡Ya te he dicho que me gustaba!
-Para que a ti te guste alguien, tiene que gustarte mucho. ¿Te has acostado con él?
-¡No!
Malena suspiró pasándose una mano por la frente antes de volver a mirarla- No voy a negar que me cae bien, pero no puedes tolerar que te trate así, Paula.
-Lo sé. Por eso se ha acabado.
-Que se ha acabado está claro por cómo te ha puesto delante de todos.- dijo indignada.
-Estaba enfadado porque yo organice la cita.
-¡No eres responsable del accidente!
-Él no opina lo mismo.-se sentó en una silla porque estaba agotada- Venga Malena, sabes que los familiares quieren echar la culpa a alguien y me escogió a mí.
-¡Lo sé, pero me da rabia que en lugar de besarte los pies, que es lo que tenía que hacer porque estás convaleciente y has venido a ayudar, te ponga del revés delante de todos!
Tragó saliva para evitar llorar.- ¿Sabes? Ayer durmió conmigo en la cama y me consoló cuando tuve una pesadilla por el incidente del cuchillo.
-¿Y qué ha hecho después?
-¿Por qué crees que ha hecho algo?
-¿Sufre desapego emocional?- asintió sabiendo lo que iba a decir- Entonces es lógico que después de haber dormido contigo, hiciera algo para darse cuenta que no siente nada por ti.
-Se ha acostado con otra.
Malena asintió cruzándose de brazos.- Mierda Paula, estás en un lío de narices.- se miraron a los ojos- Te aconsejaría que salieras corriendo, pero ya estás enamorada de él. Si quieres salvar la situación, tendrás que emplear a fondo los conocimientos que has adquirido.
-No soy objetiva. Sabía que lo había hecho a propósito y en lugar de ignorarlo, me puse como una fiera. No va a funcionar. Además su estrés es parecido al sufrido por…
Malena entrecerró los ojos- Suéltalo.
-Los soldados de Afganistán.
Su amiga bufó levantándose de la camilla- ¿Tiene pesadillas?
-Mientras durmió conmigo no, pero realmente no lo sé.
-¿Cuando pasó?
-Hace cuatro años. Él no me lo ha contado. Fue Santiago.
-Al menos lleva una vida medianamente normal. Tiene trabajo…
-Se acuesta con las modelos, no quiere vecinos que le molesten, lleva una vida desordenada… tú no has visto su piso. Es un desastre. –suspiró apoyando los codos en las rodillas tapándose la cara. –No sé para qué me agobio, le he quitado las llaves de mi casa y no voy a dar marcha atrás.
-Pues ayer se preocupaba de ti- susurró Malena.-Puede que no se diera cuenta, pero se preocupaba por ti y el día que te operaron se mordía las uñas esperando al lado de Santiago.
-Da igual- dijo levantándose- Voy a ver cómo está Brian y después me voy a casa.
-Paula…- se volvió a mirar a su amiga –Me tienes para lo que quieras. Lo sabes ¿no?
-Claro.
-No quiero que me ocultes nada por miedo a lo que pueda decirte. Yo siempre estaré de tu lado.
Emocionada se acercó y la abrazó- Gracias.
-De nada.
-Vamos a ver cómo va ese chico.
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Muy buenos los 3 caps, Pedro se va a arrepentir x cómo la trató a Pau.
ResponderBorrarAy este Pedro! Que sacado que es! Pobre pau..
ResponderBorrarMuy buenos capítulos! que paciencia Paula si después de que le hace todo eso lo sigue queriendo!
ResponderBorrarnooooo xq la trato tan mal Pedro??? me enganche mal con tu novela.. pasamela en mi twitter @peturroalfonsoo
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